Como afrontar un parto sin epidural
Tener un parto sin epidural o con epidural es una decisión muy personal, a menos que haya complicaciones que obliguen a usar la anestesia durante el parto. Cada mujer es un mundo y todas las decisiones son respetables, hay quienes prefieren no usar anestesia y quienes prefieren usarla y no tener que pasar por los dolores.
Recuerdo que mi primer parto sin epidural fue doloroso, pero hubiera podido ser más doloroso de lo que fue. Existen algunas técnicas para afrontar este dolor. Si sois de las que preferís un parto natural, sin ningún tipo de anestesia, existen algunas estrategias que os ayudarán.
Lo primero es tener claro en el momento del parto lo que está ocurriendo y que podemos superarlo, en el momento que creamos esta consciencia, el dolor es más fácil controlarlo. Para esto hay que entrenar cuerpo y mente, y no dejarnos llevar por el miedo, ya que éste creará una tensión muscular y emocional que producirá más dolor.
Debemos aprender a relajar los músculos voluntariamente, ya que cuando las contracciones sean cada vez más seguidas dispondremos de menos tiempo para 'descansar'. El relajamiento de los músculos junto a una respiración pausada y tranquila, aliviarán los dolores durante el parto.
Un truquillo para aliviar el dolor entre las contracciones es no pensar en la siguiente contracción, más bien hay que pensar en positivo, por ejemplo: 'una contracción menos', 'las contracciones llegan y se van', etc....
Imagen: Raphael Goetter / flickr
¿Habéis tenido alguna parto sin anestesia?