Hoy quiero contarte sobre dos libros de estos personajes, en los que nos iremos de picnic, y veremos como se gestiona un enfado entre amigos (si el otro día hablaba del enfado entre hermanas, hoy les toca a dos amigos)
Filipo y Leo – El enfado
Estaban Filipo y Leo tranquilamente tomando desayuno en un dia de Verano, cuando por accidente Filipo se sienta encima del sombrero del abuelo de Leo. Esa situación accidental provoca una discusión entre los dos, que empieza de la pena de Leo por ver su sombrero estropeado y que le lleva a llamar torpe a su amigo, y que va creciendo conforme mientras crecen las ofensas que se dicen el uno al otro.
Filipo, eres tan torpe!… – dice Leo
¿Torpe yo? si no lo tuvieses todo por medio…-le responde Filipo
Y así van aumentando los reproches en ese momento, como el de cualquier enfado, en el que uno no piensa mucho lo que está diciendo. Después de la discusión, cada uno se va por su lado.
Vemos a Filipo alejarse caminando. Camina y camina, con los ojos bien abiertos, pero va mirando al suelo, debido al enfado que le invade. No se da cuenta de lo que pasa alrededor, de los colores, de las vistas, de los animales que cantan a su alrededor. A Leo le sucede igual. Toma su bicicleta y pedalea y pedalea a toda velocidad por el bosque, sin prestar atención a lo que hay a su alrededor, sin siquiera saludar a los amigos que encuentra en su camino, hasta que una piedra le hace caer al suelo.
Filipo se encuentra con Erica, que lo invita a jugar, y con el juego se olvida de su enfado. Leo, en un descanso del accidentado paseo en bicicleta, empieza a observar el bosque. Ve un grupo de hormigas, que trabajan juntas…y reflexiona sobre su amigo, el enfado, y si las hormigas se enfadan también entre ellas. ¿o quizá no valía la pena enfadarse?
De repente se escucha un estruendo, y ambos piensan en el otro ¿estará bien? y corren a reencontrarse y hacer las paces.
Filipo y Leo – un picnic tranquilo
Un buen día, Leo invita a Filipo a compartir un picnic en el claro del sauce. Filipo solo pensaba en quedarse sin hacer nada, pero Leo le promete que será un paseo tranquilo y un día relajado.
@Edelvives
Convencido por su amigo, Filipo se prepara y parten ambos de paseo. Leo disfrutará de todo el camino: de oler las flores, de disfrutar del paisaje, del rio. Pero Filipo no va a tener el paseo tranquilo que esperaba. Mientras Leo cruza a saltos y tranquilamente el rio, Filipo se encuentra con un pequeño inconveniente:
Pero no queda ahí, encima de caerse al agua, Leo se piensa que se está dando un baño y le riñe por distraerse por el camino:
Durante todo el paseo, a Filipo no dejan de sucederle pequeños accidentes como estos. Y Leo, que no se percata de ninguno, no deja de pensar que su amigo esta remoloneando:
Llega cansado y destrozado al Claro de Sauce, donde era todo tranquilidad. Mientras Leo le comentaba lo maravilloso y relajado del paseo, Filipo llegaba destrozado de tanto imprevisto, solo dispuesto a relajarse y comer por fin el picnic. Pero algo había sucedido con el picnic….aunque para saberlo, vas a tener que leerlo
Hay otros libros de éstos simpáticos personajes, que ya conoceremos más adelante…
Conociendo sobre Filipo y Leo, leí la historia de la creación de los personajes, que no fueron para nada al azar. ¿Porqué un zorro y un erizo? Pues porque sus autores buscaban un animal alargado y uno más pequeño, que fueran diferentes pero no por ello no pudieran ser amigos. El zorro es un animal alargado y curvo, que parece dar la impresión de un personaje introvertido ¿Porqué el zorro se llama Filipo? Porque la F nos recuerda precisamente esas características. En cambio, Leo es un nombre corto, como pequeño es el erizo, que es redondo y capaz de rodar, por lo tanto con una personalidad más fluida. Puedes leer más sobre Filipo y leo en este post de Ester García.
Titulos: Filipo y Leo: El enfado / Un picnic Tranquilo
Autores/Ilustradores: Adolfo Serra y Ester García
Editorial: Edelvives