Lo que si teníamos muy claro, que al cole había que llegar ya sin él, y cuando vimos que se acercaba el momento de despedirnos… Madre mía que miedo! Busqué por la red, pedí consejos… Mil formas distintas de hacer entender a un niño la importancia de decir adiós al chupete (y otras mil de decirle adiós sin darle explicación alguna al dueño del mismo, por lo que no las contemplamos…) En nuestro caso la elegida fue el “hada de los tetes”, versión crecerconzaira.
Siempre he dicho que Zaira empezó a hablar muy pronto, y razona bastante bien, esto nos ha ayudado siempre un montón con ella, esquivando rabietas y enfados por falta de entendimiento. En esta ocasión creo que la clave del éxito también se ha basado en la comprensión y el dialogo. Nunca daré un consejo mas segura de lo que estoy diciendo: Habla con tus hijos mucho, desde el minuto uno, cuando piensas que ni te oye, cuando creas que no te entienden… HABLA CON ELLOS!
QUITAR EL CHUPETE CON EL CUENTO DEL HADA DEL CHUPETE VERSIÓN CRECERCONZAIRA:
Parte 1ª:
Llevamos unos meses ya, cada vez mas a menudo, que contamos a Zaira lo mayor que se está haciendo, los logros que ella misma va superando, como el comer trocitos, llevar braguitas, correr, nadar… Y que lo siguiente para hacerse grande, es regalar sus tetes al hada y así ella se lo dará a un bebé que lo necesite y sus papas no tengan moneditas para comprarle uno. A cambio el hada le va a traer un regalo ( esta ultima parte del cuento la entienden muy rápido)
Por un lado reforzamos su autoestima, le decimos todos sus logros, lo bien que lo está haciendo y lo orgullosos que estamos de ella.
También le damos las claves para dar un pasito mas, pero sin forzarla a hacerlo, y además le damos el mensaje de que va a hacer una buena acción regalando su chupete a un niño que lo necesita mas que ella.
Y por último le damos un aliciente para tener mas ganas de dar el paso, el hada va a traer un regalo, no uno cualquiera, ya será un juguete de “niña mayor”
Parte 2ª:
Nosotros pensamos ya como fecha límite la semana del puente de Agosto, antes de irnos de vacaciones puesto que a la vuelta saltamos casi casi de la playa al cole y para entonces ya teníamos que tener superada la perdida.
Ese fin de semana anterior, sin planearlo mucho, ofrecimos a Zaira la posibilidad de coger alguna moneda de su hucha para comprar la caja que mas le gustara de la tienda y así, cuando ella decidiera, meter el chupete dentro para regalarlo al hada. La idea le encantó! Bajamos y ella fue la que eligió la caja, cogió sus monedas y la pagó. Al salir, le explicamos que ella debía decirnos cuando se sentía lista para escribir la carta al hada, decirle adiós al chupete y meterlo en la caja.
Suena arriesgado, yo también pensé que Zaira jamás nos iba a decir por si sola que estaba preparada, pero pasadas unas horas me vino a buscar para hacerlo juntas. No me lo podía creer, en ese momento, tenia mas miedo yo por lo que se nos venia encima (primera noche sin chupete) que ella.
Parte 3ª:
Cogí su mano y le ayude a escribir su carta al Hada de los chupetes: “Soy Zaira y te regalo mis chupetes. Quiero un carro sin agujero para mis bebés” Sencilla y directa, así es mi hija!
Metimos la carta, le dimos un beso de despedida al chupete y para dentro también! No escondí la caja, no la sellé con superglú, no se la comió un perro, no corte por tres sitios la tetina ni la unté en pimienta molida. Se quedó ahí, en la mesa de su cuarto, bien a la vista de ella y por supuesto, del hada, no vaya a ser que venga a buscarlo y no lo encuentre…
Parte 4ª:
Hora de irnos a la cama. Como hemos hablado tantísimo sobre este momento y ha sido ella la que ha tomado la decisión, no hay lloros ni gritos, la misma rutina que otros días, solo que en esta ocasión no hay chupete. Coge su muñeco, vamos a hacer pipí, lavamos los dientes, preparamos un poquito de leche y nos sentamos a los pies de la cama a leer los dos cuentos de la noche; un beso, un abrazo y a acostarte que te canto dos canciones y a dormir.
Solo me llamó una vez, me pidió el tete (la caja seguía a la vista en el cuarto) le expliqué que ella ya había metido el tete en la caja, que el hada seguro ya estaba viajando para venir a buscarlo y que ahora ya no podíamos dejarle sin regalo. Me quedé con ella dándole la manita, contándole lo valiente que estaba siendo y lo orgullosa que estaba de ella, que yo no me iba a separar esa noche de su cama hasta que ella quisiera… A los dos minutos, mi hija de dos años y medio, con una calma que me dejo “ojiplática”, me dijo: Mamá, vete ya que no hace falta que te quedes… Y hasta la mañana siguiente!!
Parte 5ª y última:
Han pasado casi dos semanas, no nos hemos olvidado del chupete al 100%, de vez en cuando me lo pide y le recuerdo por qué ya no lo tenemos. No hemos sufrido rabietas o enfados, pero si que tengo que reconocer que la hora de irse a dormir la intenta retrasar todo lo posible, se hace más la remolona, aún no tengo mucho sueño… te intenta retener en el cuarto mas tiempo y las siestas las hace un día si y tres no le da la gana. Supongo será cuestión de tiempo y estoy segura que el cole y la vuelta a la rutina nos ayudarán también un montón a recuperar los horarios y el sueño…
¿Sabes una cosa?
Estoy muy orgullosa de Zaira, de como razona, de como reacciona a los cambios y de como está creciendo y haciéndose mayor a poquito. El hada de los chupetes le trajo su carro sin agujero, el mas grande, bonito (y caro) que encontró, y no se arrepiente, se lo ha ganado ella solita y solo ver su cara, lo vale.
¿Te cuento otra?
Estoy contenta de haber logrado que Zaira solo relacionara el chupete con dormir, de que no lo entendiera como un juguete y que no lo llevara jamás durante el día, ya fuera en casa o por la calle… Pero ahora me pesa tener tan poquitas fotos suyas con el TETE.
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