Cuento infantil | Cornelia y sus amiguis Pirueta y Churumbela

Había una vez una pequeña unicornio llamada Cornelia, que vivía en un hermoso
bosque encantado rodeado de árboles mágicos y flores de colores brillantes.

Cornelia era muy especial, tenía un pelaje suave y brillante de color lila, y una larga crin
y cola de tonos azules que brillaban como si estuvieran hechas de purpurina.

Un día, mientras jugaba en el bosque, Cornelia escuchó un suave llanto. Siguiendo el
sonido, encontró a una pequeña unicornio atrapada en una rama alta de un árbol. Sin
pensarlo dos veces, Cornelia extendió sus alas y con un rápido movimiento de su
cuerno mágico, liberó a la unicornio y la llevó a tierra firme.

Cornelia le preguntó su nombre, ella tenía un nombre muy dulce, se llamaba Pirueta,
estaba muy agradecida y le preguntó a Cornelia cómo podía compensarle su ayuda, a
lo que Cornelia respondió que no necesitaba nada a cambio, pero Pirueta insistió y
finalmente Cornelia dijo: Bueno, si realmente quieres hacer algo por mí, me
encantaría que me enseñaras a bailar como tú, pequeña Pirueta.
Pirueta estaba encantada de enseñarle a Cornelia cómo bailar y juntas practicaron
durante horas, inventando bailes para subirlos a Distrollergram.

Mientras bailaban se toparon con una amiga de Cornelia, se trataba de Churumbela,
que le encantaba recolectar objetos para reciclarlos, cada cierto tiempo Cornelia y
Churumbela se juntaban para recoger del campo todo lo que se pudiera reciclar para
transformarlo en joyería para regalar a sus hermanas.

Así que decidieron, las tres juntas crear un baile mientras recolectaban materiales
reciclables en el bosque.

Con el tiempo, Cornelia y Churumbela se convirtieron en bailarinas extraordinarias
gracias a la ayuda de Pirueta, lo que fortaleció la amistad de las 3.

Un día, mientras Cornelia, Churumbela y Pirueta estaban bailando por el bosque, se
encontraron con una hermosa hada que estaba en problemas. La hada había perdido
su varita mágica y no podía hacer ningún hechizo sin ella. Cornelia, Churumbela y
Pirueta se ofrecieron a ayudarla a buscarla.

Juntas, buscaron por todo el bosque, y finalmente encontraron la varita mágica en un
campo de flores. La hada estaba tan agradecida que les concedió un deseo cada una.

Cornelia deseó tener mucho algodón de azúcar para diseñar su prenda favorita: los
abrigos, Churumbela pidió una maquina que recolectara todo el material que se
pudiera reciclar para crear joyas para toda su familia y Pirueta pidió tener un equipo
de baile que la acompañara en sus burbujeantes bailes.

El hada concedió todos los deseos y las chikiti Cornios fueron felices y bailaron
alrededor de un arcoíris de nubes de azúcar.

Desde Padres y Madres de Hoy te invitamos a crear tu propio cuento con estás tres
pequeñas unicornios, de esta forma incentivarás la imaginación de tus hijos/as.

Todos los derechos reservados Padres y Madres de Hoy. 2023.

Redacción: CMC

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