Cómo la gestión emocional en niños y entender a un perro puede ayudar a los niños a manejar mejor sus propios miedos.
La gestión emocional en niños es fundamental en los tiempos que vivimos, la falta de comunicación entre ellos a causa del exceso de pantallas y tecnología puede suponerles un problema en su vida adulta.Sin embargo, comprender a un animal puede aportar a los niños muchos beneficios y la gestión emocional es una de ellas, porque los perros, desde sus miedos, enseñan a los más pequeños de la casa a comprender los suyos propios.
Les ayudan a ser más sociables, a conciliar el sueño con mayor facilidad, fomentan su activad física, incluso les hacen ser más responsables desde edades tempranas.
Se habla mucho de los beneficios que tienen los animales en los niños y es que cuando un animal entra en un hogar se convierte en uno más de la familia, pero más aún cuando hay niños por medio, porque el vínculo que se crea entre un niño y su hermano peludo es muy especial.
Y justamente es ese vínculo el que les permite a los niños y niñas a entender sus propias emociones porque, de algún modo, crecer entendiendo a los compañeros de cuatro patas favorece su comprensión y ven que sus sentimientos son totalmente válidos.
Y así piensa la educadora canina especializada en la educación de cachorros y perros adoptados, y autora del libro De perros y sus monstruos, Alena Chvátalová, quien cree firmemente que “la educación canina respetuosa puede ayudar en la educación emocional de los niños y niñas, que es algo que tanta falta nos hace a muchos adultos”.
Los más de 15 años de experiencia como educadora canina le han enseñado a Alena mucho sobre los humanos, y ser madre le abrió los ojos en cuanto a todo lo que nos queda por aprender sobre cómo nos tratamos a nosotros mismos y a los niños, y para aportar su granito de arena al bienestar de los perros y los más pequeños de la casa comenzó a escribir libros educativos sobre las emociones de estos compañeros de cuatro patas.
Beneficios de tener un perro y la gestión emocional en niños
La gestión emocional en los niños y su relación con los perros tienen una serie de beneficios significativos y relevantes que como padres y madres debemos tener en cuenta:Desarrollo emocional: Interactuar con perros puede ayudar a los niños a identificar y comprender sus propias emociones, así como las de los demás. Esta comprensión emocional puede mejorar su inteligencia emocional en general, lo que les permite manejar mejor el estrés, la ansiedad y los conflictos.
Empatía: Cuidar y relacionarse con un perro puede fomentar la empatía en los niños, ya que aprenden a entender las necesidades y sentimientos del animal. Esta habilidad de ponerse en el lugar de otro puede transferirse a las relaciones humanas, ayudando a los niños a desarrollar conexiones más fuertes y significativas con otros niños.
Responsabilidad: Tener un perro implica cuidar de otro ser vivo, lo que enseña a los niños la responsabilidad. Al asumir tareas como alimentar al perro, sacarlo a pasear y brindarle atención, los niños aprenden la importancia de cumplir con las responsabilidades y compromisos.
Reducción del estrés: La interacción con perros puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad en los niños. Acariciar a un perro, jugar con él o simplemente estar cerca de él puede liberar endorfinas, las cuales son hormonas que producen sensaciones de bienestar y felicidad.
Mejora de la autoestima: El amor incondicional que los perros brindan puede aumentar la autoestima de los niños. Saber que tienen un amigo leal que los acepta tal como son puede ayudarles a desarrollar una imagen positiva de sí mismos.
Ejercicio físico: Los perros requieren ejercicio regular, lo que puede motivar a los niños a ser más activos físicamente. Jugar con el perro al aire libre, pasear o correr pueden ser actividades divertidas que promueven un estilo de vida saludable y activo.
Desarrollo social: Pasear a un perro o participar en actividades relacionadas con mascotas, como visitas al parque para perros, puede brindar a los niños oportunidades para socializar con otros dueños de mascotas y niños que comparten intereses similares. Esto puede ayudar a mejorar sus habilidades sociales y su capacidad para establecer y mantener relaciones interpersonales.
Entender sus propias emociones
Y es que los animales también tienen sentimientos, y que los más pequeños de la casa lo sepan, los conozcan y se identifiquen con ellos es muy importante, tanto para la educación de los cachorros que llegan a sus hogares, como para su propio autoconocimiento.“A través de mis cuentos ayudo a los niños y niñas a entender que los perros también pueden sentir miedo y que no se puede reñir a nadie por expresar sus emociones”, explica la educadora.
La educadora asegura que lo más importante es aprender cómo acompañarlo en estas situaciones: “Al igual que a un niño le intentamos dar la mejor infancia posible, deberíamos hacerlo con los perros. Si sabes cómo acompañarlo, sabrá que puede confiar en ti y le ayudarás a confiar en sí mismo”.
Redacción: GV Comunicación y CMC
Imagenes del artículo suministradas por: GV Comunicación.
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