Ver nieve, ver nevar, tocar la nieve, es para mí como entrar en un cuento mágico. No exagero, para que lo entiendas: ahora vivo en una ciudad, Granada, que se encuentra a más altura sobre el nivel del mar (msnm), que el punto más alto de todo mi país natal, Uruguay. Granada está a 680 msnm. y el Cerro Catedral, el más alto de mi tierra a 514. De más está decir que la nieve allí solo se ve con la imaginación, en algún que otro libro, o lámina, o en la ilusión del árbol de navidad con copitos tan artificiales como la idea del frío que los provocarían en pleno verano (de paso aclaro que el verano allí es de diciembre a febrero).
En nuestro caso la intención es pasárnoslo requetebien con los mínimos gastos, y para eso la Sierra es perfecta. Ciertamente la inversión más grande es en ropa de abrigo adecuada para dicho lugar, lo bueno es que ya la tienes para las restantes veces que subas.
Consejo nº 1
Vestir con ropa cómoda, térmica, de buena transpirabilidad e impermeable: pantalón y chaqueta o mono (como lleva Gael), botas, guantes, braga y gorro. Controla que todo sea ajustable en las aberturas y pueda cerrarse para que no se cuele la nieve. También son importantes las gafas, sobre todo si hay sol, ya que el reflejo en la nieve es muy potente, también lo es el resplandor cuando está nublado.
Consejo nº 2
Es necesario protejer la piel del frío, con una cremita para la cara y cacao para los labios. El frío es mucho y muy seco y, aunque con la ropa adecuada no se nota, las partes del cuerpo que quedan expuestas sí lo sufren.
Consejo nº 3
Id a las horas de más luz del día, para acotar, entre las 13 y las 16, que es cuando la temperatura es más elevada (este sábado pasado disfrutamos de unos -4º). Puedes pensar que tres horas son poco tiempo, pero yo te aseguro que no, si se aprovechan a piñón, al cabo de este tiempo estaréis muy cansados y con ganas de devorarrrrr.
Consejo nº 4
Como ves, las horas que te propongo más adecuadas para ir coinciden justamente con las horas en las que solemos comer. Lo ideal para nosotros es llevar para comer antes de la diversión, o antes de salir si vivís cerca o para picar en el mismo viaje de subida: frutos secos, que ocupan poco sitio y dan mucha energía, fruta, chocolate o barritas de cereales, así comenzamos bien alimentados, con fuerzas y livianos. Y para después, sandwiches, bocadillos, más fruta y un termo con infusión o caldo calentito, (los adultos de esta familia siempre llevamos mate como fiel compañero).
Consejo nº 5
Para disfrutar de la nieve no hace falta acceder a ningún sitio de pago. Al subir a la Sierra hay montón de lugares donde parar y pasárselo bien, ya veréis más gente aprovechando estos sitios. Además, más arriba se encuentra la Hoya de la Mora, un paraje con un paisaje de colinas a 2550 msnm., justamente a donde solemos ir, (donde tomamos las fotos). Aquí se pueden alquilar trineos y otros deslizadores.
Consejo nº 6
Los complementos. No hace falta comprar trineos, ni tablas de snow, para comenzar a tomar contacto con la nieve. Con unas palas como las que llevamos nosotros en las fotos es más que suficiente, (si atiendes a las expresiones de nuestras caras no tengo más qué añadir, salvo el ¡¡¡Iiiiiiuuuujuuuuuuu!!! que no puedes escuchar, jejeje). También puede valer un plástico liso o un cartón que no se empape. Para modelar con la nieve perfectamente valen los juguetes de playa, como cubitos, palas y moldes, y para el ansiado muñeco de nieve, zanahoria/s, piedras, botones, gafas, gorro o sombrero, bufanda… y todo lo que se os ocurra. Los peques se lo pasan genial, y los grandes también. Se dan un montón de momentos para guardar en el recuerdo, os aconsejo llevar agún dispositivo para retratar estos momentos, una cámara de fotos, de vídeo, o el mismo teléfono con espacio y batería suficientes.
Consejo nº 7
Tened precausiones de seguridad ya que es un entorno en el que no acostumbramos a movernos: puede haber sitios de mucha nieve donde ‘enterrarnos‘ al dar una pisada, (no demasiado, pero los peques podrían hacerse daño o simplemente asustarse), también otros congelados, donde pisar el hielo y pegarse un buen resbalón (es importante que el calzado sea adecuado). No alejarse demasiado del resto de la gente, por si surje una emergencia, o para evitar perderse. Llevar un teléfono con el cual poder comunicarse es importante por la misma razón.
Consejo nº 8
Id con ganas de pasároslo realmente bien, de disfrutar, dejad que los peques gocen, que se revuelquen, que ruedan, que se deslicen, que vivan la experiencia a tope. La nieve está fría y húmeda pero ¡no ensucia! Este consejo vale también para los grandes…
Consejo nº 9
Tomaros un momento para ESTAR: observad el paisaje, hablad de lo que véis, de las sensaciones que sentís, de las posibilidades que encontráis, de los colores y texturas que hay; descubrid las emociones sentidas; oid, alejaos un poquito y escuchad los sonidos de la montaña y meteos en el sonido abrumador del silencio más profundo…
Consejo nº 10
Respetad el entorno, tratadlo con cariño. Llevaros todo lo que habéis traido, pensad que incluso los botones de plástico que habéis utilizado en el muñeco de nieve son elementos extraños a este ecosistema. De más está decir que la responsabilidad es mía y tuya. Me gusta mucho recordar un cartel a la entrada de un parque natural que dice: “No tomes más que fotos, no dejes más que huellas”. Y recordad los beneficios que la naturaleza guarda para los peques.
Animaros y me cuentas, la experiencia vale la pena, el frío o el miedo que sea, ¡a superar la prueba!
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Hasta la próxima…