Igual la pregunta no os la he hecho 'del todo bien' en el título de este post. A ver ahora: ¿amamantaríais al hijo de una amiga vuestra si ella os lo pidiera? Si, lo confieso, en el titular ha quedado patente mi halo periodístico, buscando atraer vuestra atención. Y es que, seguramente muchas lo penséis. ''Hombre, es que no es lo mismo amamantar al bebé de una amiga a la que consideras hermana que al de una desconocida.'' Bueno, eso depende. Os recuerdo la noticia que recorrió Facebook hará apenas 3 meses, cuando una mujer ayudó altruistamente a otra que estaba siendo operada. Resumen de la historia: sus familiares le dijeron a la generosa mujer que habían decidido darle el biberón, ya que la madre estaría inaccesible varias horas, quizá hasta días. La mujer anónima no se lo pensó y se ofreció a dar el pecho al pequeñín. Pensó ''¿total, qué me cuesta? Si puedo ayudar a esta pobre mujer que está siendo intervenida y que seguramente preferirá que su peque sea alimentado con leche materna.'' Pues, creedme, la historia no sólo ha sido criticada, sino que la mujer anónima ha sido gravemente insultada por 'meterse donde no la llamaban' así como la familia de la joven operada a la que han acusado de no preocuparse e implicarse lo suficiente.
A mi todo esto me da qué pensar. El caso es que parece que con la lactancia materna siempre hay debate. Con lo fácil que es echar un vistazo no sólo a épocas anteriores, sino a culturas donde, hoy en día, las nodrizas no sólo existen sino que tienen un papel determinante en la crianza de los hijos.
Pero volviendo a la historia que nos ocupa hoy, en esta ocasión quiero hablaros de una amistad muy especial. La de 2 amigas que comparten mucho más que afinidad, tiempo libre, confidencias o ratos en el parque con sus hijos. Se trata de Jessica y de Charlie, dos treintañeras estadounidenses. Jessica poseía verdaderos problemas para dar el pecho a su bebé: empezó dándole de mamar pero cuando empezó a trabajar decidió combinar la lactancia artificial con la poca leche materna que le salía, así que,en resumidas cuentas, el bebé apenas tomaba leche materna. Jessica se sintió culpable y su nerviosismo y desesperanza se vieron acrecentados mientras su ritmo laboral le generaba un gran estrés.
Según cuentan ellas mismas, la idea, al menos en principio, no fue más que consolar al bebé de su amiga, que esa tarde lloraba sin parar, pero rápidamente cayeron en la cuenta de que, si ése ofrecimiento puntual se convertía en rutina, tampoco era nada grave, al revés: constituía todo un acto de bondad, de altruismo de mujer a mujer, de madre a madre, de amiga a amiga. Pero como ocurre en muchos casos, las mentes más estrechas y el ánimo de polémica, especialmente en las redes sociales, hizo que 'estallara la bomba' y lo que una vez fue algo íntimo y perfectamente entendible entre dos amigas se convirtió en toda una guerra de alegatos cruzados a favor y en contra. 'La culpa' esta foto que os enseño en la parte inferior, donde aparece la desinteresada amiga de Jessica con su hijo y su 'medio sobrino' y en la que, no sé vosotros, pero yo no veo ningún, pero ingún problema.
¿Qué opináis vosotras? Mejor dicho, ¿creéis que acaso es opinable este tema, o pertenece a la libertad de cada uno y nadie debería juzgarlo?
Fuente: Huffington Post