Estos dos últimos días de dolor a nivel nacional, exceptuando a unos pocos cafres que parece que disfrutan con el dolor y la muerte ajenos, han obligado a muchas familias con hijos conscientes a abordar el tema del terrorismo, del odio, del racismo, de las guerras y los refugiados… El libro Ani-malotes habla sobre unos malos que quieren ser buenos, algo extremadamente dificil.
El bien y el mal es un tema que afecta a mi vida a nivel filosófico, ya te lo expliqué en este post. Además muchas de mis películas favoritas para ver en familia como Maléfica o Mega Mind tienen como fondo esta dicotomía entre buenos y malos, ese límite tan estrecho entre la maldad y la bondad.
Nadie nace malo, los comics y películas de súper héroes demuestran que los malos se hacen. Algo terrible sucede a su alrededor, algo afecta a algún pariente o amigo suyo y unos sentimientos mal gestionados le convierten en el malo.
Pasa igual con los terroristas, no es su religión, no es su cultura, no es su color de piel. En estos dos días he tenido que leer comentarios tremendamente grotescos de los cuales solo podía obtener una síntesis: todos somos terroristas en potencia.
Cuando te matan a alguien, cuando muere un ser querido, un conocido, un amigo o sencillamente alguien a quien desconoces pero consideras que tienes algo en común con él como tu raza, religión, nacionalidad… se despierta en tí el odio, la sed de venganza, el deseo de destruir a quien ha destruido. Te conviertes en un terrorista, al menos durante el lapso de tiempo que “razonas” así, movido por el odio y las vísceras.
Imagina que tu respuesta sobrepasa la razón y decides ser el súper héroe y vengar estas tragedias matando a otras personas, ya está, ya eres un asesino. La violencia engendra violencia, eso dicen.
Así que después de estos dos días de duelo, lo más fácil sería el odio y lo realmente valioso y tremendamente complicado sería mantener la mente en calma, evitar esos mensajes e ideas de odio, apoyar a las víctimas, a los servicios de seguridad y esquivar la generalización y el racismo.
Cortar con los estereotipos.
Ani-malotes
Un libro que ha llegado esta semana a nuestras manos gracias a Boolino es Ani-malotes, que viene como anillo al dedo para explicar esa delgada línea que separa a los malos de los buenos.
Datos del libro
Autor/a: Aaron Blabey
Editorial: Anaya Infantil y juvenil
Idioma: Español
Edad: 6-11 años
Año: 2017
El Sr. Lobo reúne a unos cuantos animales con graves antecedentes de peligrosidad con el fin de cambiar la historia, él se propone que esos animales se unan para dejar de ser los malos y fundar el Club de los Buenazos.
No es nada sencillo a pesar de su voluntad y sus ganas de hacer el bien, ya que es muy complicado cambiar la manera en la que la sociedad te tiene visto.
Por suerte, a pesar de no agradecérseles ni reconocerse su labor consiguen sacar lo positivo de su situación (comprenderás que esta parte me apasione) y sentir satisfacción haciendo el bien.
Aunque te lo describa con esta profundidad es un libro con el que te vas a hartar de reir, o ese ha sido mi caso. Desde que lo tenemos lo hemos leído tres veces y las tres veces nos ha hecho gracia a todos por lo ocurrente y cómico que resulta.
Sigue un formato tipo comic pero sin separaciones en viñetas, con no demasiado texto, cargado de onomatopeyas que junto a las ilustraciones consiguen transmitir una expresividad que hace que te encariñes enseguida del carácter y la personalidad de cada personaje.
Se hace muy ameno de leer y fácil de seguir por los niños y sobre todo, tremendamente divertido sin dejar de lado la lucha que mantienen los personajes contra los estereotipos que les son concedidos por haber nacido ani-malotes.
Espero que al igual que a nosotros, te llame la atención y en el caso de que puedas te hagas con él porque por lo menos en mi casa ha triunfado, tanto que nos compraremos el segundo capítulo a principios de septiembre.
Un saludo y que pases un gran fin de semana
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