Hubo una época donde coleccionaba revistas de moda. Internet no era una herramienta que todos tuviéramos tan al alcance de la mano como hoy en día, así que el día 20 de cada més puntualmente iba al quiosco que había cerca de mi casa y me hacía con mis favoritas.
Las miraba de arriba abajo, las devoraba y jamás de los jamases las recortaba. ¡Me daba pena! Era como un sacrilegio. Y me encantaba colocarlas por orden cronológico, y ver sus lomos blancos uno junto a otro, uno encima de otro.
Hacía limpia cada dos años ya que era fácil acumular casi 100 revistas, y entonces sí que recortaba recetas y recomendaciones de libros, y me quedaba con los especiales: tendencias, decoración, bodas y navidad. Luego llegó internet y la cosa cambió.
Hoy en día, internet nos ha acercado todo tanto, que llevamos las últimas tendencias a un click en el bolso. Nos llegan marcas grandes, pequeñas, madres emprendedoras, firmas consolidadas, el abanico es tan tan amplio que a veces, incluso, nos perdemos.
Yo también he cambiado, y aunque me sigue gustando la moda, mi criterio a la hora de vestir y sobre todo comprar, se ha definido tanto, que creo que las tendencias al final son sólo para un pequeño grupo de personas (gente que vive de su imagen, adolescentes, o para las que la moda si que es una pasión)
De hecho, tal y como te he contado en mi último post de Orden en mi Vida, mi armario se convirtió en minimalista o cápsula hace varios años, y no me arrepiento de haber dejado las tendencias reducidas al ámbito de los accesorios.
Y es que con poca cosa, puedes hacer tanto, y quitarte tantos quebraderos de cabeza, tantos problemas de espacio, de tiempo… si no lo has leído aún, de verdad te invito a que le eches un vistazo al post, porque merece la pena.
Pero voy a ir al grano de este post. ¿Es posible hacer un armario cápsula para niños? ¡Claro que si! De hecho creo que es la mejor opción, porque los niños crecen tan rápido, que las cosas se les van quedando pequeñas de un día para otro, pero no es lo mismo un pantalón largo que un jersey o unas bermudas que puedes apurarlos más.
Ya lo he dicho más de una vez por aquí, pero mis hijos no llevan uniforme, y eso se traduce en que han de cambiarse de modelo todos los días. Podría hacerles un uniforme, claro que si, un pantalón, un polo o una camisa, un jersey…pero al final la mayoría no lo hacemos, y siempre terminas poniéndoles algo distinto cada día o al menos tienes 3 modelos que alternas.
Cuando nació mi hija pequeña tenía tantas ganas de tener una niña que los primeros tres años me los pasé comprando como loca ropa. Toda la que no me compraba yo básicamente, tendencias incluidas. Pero entonces empezó el cole y en infantil sí llevan uniforme.
Al primer cambio de armario me di cuenta de la cantidad de ropa que no se había puesto y que no le valdría el año que viene. Al segundo me ocurrió lo mismo. A la tercera ya me había aprendido la lección, pero caí en el error de comprar al tuntún. Y entonces me enfrentaba a problemas como: un vestido ideal al que no puedo ponerle ninguna de las chaquetas que tengo porque no pega, un jersey de colorines que sólo puedo combinar con vaqueros, unos vaqueros con unos parches de tela que solo puedo combinar con una camisa lisa, unos leotardos con corazoncitos que nunca encontré con qué ponérselos, porque las faldas tenían estampado, los vestidos tenían estampado…
Y todo eso se traduce en que pagué 30 euros por un vestido que se puso un día que no hizo mucho frío como para ponerse una chaqueta, un jersey de super marca alternativa que me costó lo que cuesta comer cuatro sábados seguidos en un restaurante de comida rápida los cinco, pero que sólo se puso esos cuatro sábados, unos vaqueros que esperaron al verano y que con suerte usó las tres tardes de lluvia, y unos leotardos a los que no llegué ni a quitar la etiqueta.
Así aprendí a que más vale poco, y básico. Y esto no quiere decir que renuncie a cosas bonitas o a marcas estupendas. Pero dentro de ellas busco lo que sea muy ponible, combinable.
Por ejemplo, esta sería mi elección para esta temporada otoño / invierno para mi hija. Con 16 piezas podría hacerme más de 25 conjuntos. Eso son muchos días, desde luego todos los del cole y todos los sábados del mes sin repetir ni un solo modelo.
Con los chicos, lo mismo. Incluso con menos piezas (12) consigo la misma cantidad de conjuntos distintos para ir al colegio, y para los fines de semana (cuando no van vestidos con la equipación de fútbol, claro).
FREESTYLE NIÑOS
Mis hijos, como se llevan un año, y me ha gustado siempre llevarles igual vestidos, siempre siempre compro cosas básicas: polos azules, rojos… que sé que el año que viene existirán en cualquier tienda y así solo tienes que comprar uno de una talla más y ahorras una barbaridad! Y las abuelas se encargan de regalarles cosas más originales a los tres por igual y así tienen un modelo especial para esas ocasiones en las que tienen que ir más arreglados.
Como ves, es una forma de, si no tienen uniforme, no arruinarse, no perder el tiempo pensando, y no tener demasiada plancha (jajajaja). ¿Qué te ha parecido?
Si te ha gustado el post ya sabes que te agradezco muchísimo si lo compartes todo lo que puedas.
¿Te animas a que tu hijo (y toda la familia) tenga un armario cápsula?
Nos vemos el viernes (aunque sea festivo)!!!
Besos