Creéis en el destino? O en las casualidades? Pues por una de alguna de estas cosas acabé esta semana santa en el maravilloso Buddha Eden Garden de Bombarral. Fue pura casualidad, porque en realidad hicimos un recorrido por una parte de Portugal que aun no conocíamos, como Obidos por ejemplo…. y buscando información, este maravilloso parque con sus Buddhas tan espectaculares aparecieron en mi lista de visitas imprescindibles, y allí nos fuimos!!
En Marzo del 2001 el gobierno talibán derribó todos los símbolos budistas de Bamiyán, en el centro de Afganistan. Considerados monumentos históricos durante muchos años, fueron reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, y estaban incluidos dentro de la Lista de Patrimonio de la Humanidad en Peligro. El peregrino budista-chino Hsüan-tsang Xuanzang pasó a través del área alrededor del 630 d.C., y describió Bamiyán como un próspero centro budista “con más de diez monasterios y más de un millar de monjes”, y anotó que ambos Budas estaban “decorados con oro y finas joyas”.
Este jardín fue creado en señal de protesta contra la destrucción de todos esos Buddhas por José Berardo, uno de los hombres más ricos de Portugal. Así fue como creó el gran jardín oriental, el Buddha Eden da Paz.
El jardín cuenta con unas 35 hectareas que puedes recorrer perfectamente andando, y así disfrutar de cada rincón del jardín. Pero también hay un trenecito que te lleva por todo el parque con varias paradas, pudiendo subir y bajar cuantas veces quieras.
Desde budas, pagodas, estatuas de terracota y las diversas esculturas cuidadosamente ubicadas que se pueden encontrar a lo largo de los jardines, se estima que se utilizaron unas seis mil toneladas de mármol y granito para crear esta monumental obra de arte. La escalera central es el punto focal del jardín, donde los Budas dorados le ofrecen una bienvenida tranquila. En el lago central, se pueden ver peces KOI (carpas japonesas) y dragones esculpidos salen del agua.
En el jardín puedes ver a los 700 soldados de terracota pintados a mano, cada uno de ellos único, acostado algunos enterrados como hace 2200 años. Una imagen que impresiona tanto de cerca como tomando algo de distancia.
El jardín es un remanso de paz y tranquilidad, y una oportunidad única para niños y mayores ya que tiene diversas áreas, desde bosque de Bambú, a zona de animales gigantes hechos artesanalmente, cafetería, restaurante, la gran zona central de los Buddhas… No hay tiempo para aburrirse o qué perder….
Y a descubrir todos los lagos, peces, patos y tortugas, todas las enormes estatuas. Y otras tantas obras y esculturas de diversos tamaños, materiales y artistas. O las inmensas plantas exóticas que forman parte de este extenso jardín.
Pero el elemento estrella de este paraje son las estatuas de Buda, para las que se estima que fueron usadas más de 6.000 toneladas de mármol y granito, y que fueron transportadas a Portugal a bordo de navíos.
En la escalera de entrada, los visitantes son recibidos por varias esculturas de Buda doradas que representan sólo un aperitivo del gran acervo que contiene el jardín.
El Buddha Eden cuenta además con un rincón dedicado a la escultura africana del pueblo Shona de Zimbabue, que tiene una tradición de más de mil años de esculpir la piedra con la premisa de liberar al espíritu que habita en las rocas.
El arte moderno y contemporáneo encuentra igualmente su espacio en el jardín, que acoge piezas de la Colección Berardo de artistas como el colombiano Fernando Botero, la portuguesa Joana Vasconcelos, el estadounidense Alexander Calder, y los británicos Lynn Chadwick y Tony Cragg.
Desde el jardín, donde trabajan unas 20 personas, señalan que “todavía existe espacio para crecer” y aumentar la colección de arte que ofrece el parque, que quiere ser en última instancia “una oda a la humanidad y a lo mejor que ella posee”.
“La idea es transmitir no sólo la sensación de paz entre los pueblos y culturas sino también la tolerancia y la sana convivencia entre los mismos”, detalló el portavoz, que aseguró que no quieren masificar en exceso las visitas al jardín para que no pierda esa esencia de “tranquilidad, armonía y paz”. ( La Vanguardia)
Gracias al boca a boca son el local de enoturismo más visitado de Portugal, incluso sin invertir nada en promoción. Consideran que la mejor forma de divulgar el jardín es la propia opinión de los visitantes y las miles de fotografías maravillosas que inundan las redes sociales.
Horario : 8:00 – 18:00
Duración recomendada: 2-3 horas
UBICACIÓN
Quinta dos Loridos, Bombarral 2540-480, Portugal
El parque tiene parking gratuíto delante, y cuesta 5 € la entrada y 4€ más si quieres usar el trenecito. Los niños menores de 4 años no pagan.
Al estar unido a la compañía Vinícola Bacalhôa, la visita al jardín no sólo alimenta la mente sino también el paladar, ya que se pueden saborear algunos de sus vinos.