El echo de ir de comprar con niños puede llegar a convertirse en algo desesperante. Por más que intentemos retrasar el momento llega un día que es inevitable tener que comprar algo y además tener que ir acompañados de los más pequeños. Os vamos a dar algunos consejos para sobrevivir a un día de compras con los más pequeños a cuestas.
Principalmente, lo que a muchas personas les hace perder mucho tiempo en las tiendas, y termina aburriendo a los más pequeños, es el no tener claro que hay que buscar. Para evitar esto, es mejor revisar nuestro armario antes de salir de casa y hacer una lista de lo que va a necesitar mirar o comprar. Así el ir de tienda en tienda será algo más ligero. Por ejemplo si necesitamos una camisa, podemos mirar en internet que modelo nos encajaría e intentar buscar lo más similar en las tiendas que visitemos. Además si creamos una ruta “planificada” con las tiendas que queremos visitar ahorraremos tiempo. No recomendamos visitar muchas tiendas en la misma salida. Un número de 4 tiendas en un radio cercano sería suficiente cuando se va con niños. Es preferible volver otro día y continuar la “ruta”.
Cuando estemos dentro de la tienda, no podemos pretender que el niño espere pacientemente igual que lo haría un adulto. Los niños lo tocan todo, se tiran por el suelo, llaman la atención, etc. Para mantenerlos ocupados y que no nos saquen los colores, un juguete puede ser un buen arma. En nuestro caso unos cochecitos o unos Playmobil nos suelen dar buen resultado; y además son fáciles de llevar en el bolso.
Pero los juguetes tiene un “tiempo” limitado. Otra técnica útil es intentar hacer juegos durante la compra. Jugar a probarse ropa, ya que a los niños les encanta disfrazarse, al veo veo, a contar cuantos cuadros ven…
Entre tienda y tienda lo ideal es hacer pequeños descansos. Una pausa para tomar un café o sentarnos en un banco a merendar romperá la rutina de la compra y nos dará un poco de margen para continuar.
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