Los niños son el centro del universo de sus padres como de la misma forma ellos son lo más importante para sus hijos. Por eso, cuando una familia ya está plenamente formada, la llegada de un nuevo hermano puede provocar cierta inestabilidad en el hermano mayor. Los celos son sentimientos normales que aparecen en ese momento, pero siempre que se vivan dentro de unos límites razonables.
Las cosas cambian demasiado para el hijo mayor con la llegada del hermano menor en un espacio pequeño de tiempo. Hasta ese momento nuestro pequeño era el centro de todas las miradas que ahora se centrarán en el recién nacido. Nosotros, como padres, debemos ayudar a nuestro hijo a entender su nueva situación para evitar que lo pase mal y lograr una buena relación entre ambos hermanos.
¿Cómo podemos ayudarle? Pues en primer lugar, debemos hacer que nuestro pequeño mire al hermano menor, que le toque, que se sienta importante y establezca un contacto. También es bueno dedicarle un ratito diario en exclusiva, para que no sienta que ha perdido a papá y a mamá con la llegada del ‘nuevo’. Observa sus llamadas de atención, si te pide chupete o biberón déjaselo, si actuamos con normalidad el pequeño comprobará que eso no le satisface y dejará de comportarse como si fuera un bebé.
Son muchos cambios en muy poco tiempo, pero de cómo actuemos dependerá nuestra futura relación con nuestro hijo así como la de los hermanos, debemos tener paciencia, es una situación nueva que hay que asimilar.
¿Cómo se llevan tus hijos entre sí?
Imagen: Remy Snppe/flickr