Cuando todos opinan sobre la crianza de tus hijos

A menudo es frecuente toparnos con situaciones en las que los papás le dicen una cosa al niño, y éste, lejos de hacer caso, es alentado por una tercera persona a no hacerla. A veces son los abuelos. Esos seres maravillosos, para muchos, ideados para consentir, y nunca regañar , los que se entrometen en la comunicación papá-hijo mamá-hijo.

Esto crea confusión al niño y cierta rabia e impotencia a los padres. Si se trata de la abuela materna, probablemente papá decida hablar con mamá para 'tomar cartas en el asunto'. Si al contrario, es la mamá de papá, será papá quien tenga que escuchar una buena regañina por parte de mamá. ¡Vaya lio! pero seguro, que os imagináis lo que quiero contaros. Y no siempre son los abuelos, también los amigos, los tios, hasta los profesores, en algunos casos, se entrometen en parcelas que no les corresponden.



¿Qué hay más cotidiano que un hogar donde todos den su opinión y se 'pisen' unos a otros?

 Comunicar y expresar lo que uno siente entre sus seres queridos, no es negativo. Al contrario, es sano y hasta necesario. No se trata de que todos sean partícipes de la crianza de tus hijos. Pero tus seres queridos por lo general quieren ayudarte y desean lo mejor para ti y los tuyos. Ahora bien, establecer límites no es nada fácil. Sin herir sensibilidades, hay que separar las buenas intenciones y lo que conocemos como 'buen rollo', de la intromisión y falta de respeto hacia vosotros, los papás y educadores principales de esas criaturas.

¿Os sentís identificados con estas palabras? ¿Quiénes se han entrometido en la educación de vuestros hijos, queriendo o sin querer?