Aprovechando que llega la Semana Santa y que se trata de una actividad apta para todos los públicos, ¿por qué no retomar esta amena y creativa tarea para hacer en casa?
Es muy sencillo. Tan sólo necesitamos unos cuantos huevos, preferiblemente blancos. Los abrimos mediante un sutil agujerito en un extremo, y vaciamos con mucho cuidado su contenido. A continuación, los ponemos a secar unos 20 minutos más o menos.
Cualquier material y tipo de pintura quedará genial si sabemos cómo utilizarlo. Surtámonos de un buen puñado rotuladores que marquen bien, así como témperas o acuarelas. Además, el confeti o el papel celofán pueden aderezar muy bien los huevos dándoles un toque de lo más original.
Los más atrevidos, primero los acolchonarán con trozos de servilletas de colores empapados en cola, para hacerlos más resistenes. Finalmente, podemos utilizar tizas, también de colores, para dibujar motivos primaverales o bien sencillamente pintar con esmero nuestros nombres.
Los recortes de dibujos o imágenes divertidos que tengamos en casa, también valen para decorar los huevos de Pascua, ¡lo importante es divertirse creando!
¿Por qué no organizas en casa un concurso de huevos de Pascua para los peques de la casa?
Foto. Vagoneta.net