Como cada semana, la doctora Moreno escribe en TUMINIYO, en esta ocasión para hablar de la dermatitis atópica.
Dermatitir atópica, qué es y cómo tratarla
La dermatitis atópica, es la enfermedad crónica de la piel más frecuente en la infancia. Cerca del 10% de los niños la padecen en algún momento de su infancia. Es una patología propia de los primeros años de la infancia,solamente en un 10% de los casos se mantendrá más allá de los 7-8 años.
Suele cursar con placas enrojecidas en la piel seca agrietada y produce un picor intenso.
Existe un componente hereditario marcado y se ha demostrado vinculación con otras patologías de origen alérgico. Estas son: rinitis,asma o intolerancia a ciertos alimentos, sobre todo, al huevo y a la proteína de la leche de vaca.
Ciertos factores ambientales pueden empeorar la sintomatologia típica de este cuadro (picor intenso y enrojecimiento) como son: el calor, la sudoración, los ambientes con baja humedad ( es recomendable evitar el aire acondicionado o la calefacción), irritantes como jabones, colonias, tejidos…, alergenos como los ácaros del polvo.
Es fundamental conocer que se trata de una enfermedad crónica que cursará en brotes, alternado periodos de mejoría y empeoramiento del cuadro. Por ello es fundamental conocer como actuar ante ellos y sobretodo que hacer para prevenirlos y dilatar su aparición.
Prevención
El tratamiento preventivo más eficaz es la HIDRATACION DE LA PIEL. Es importante ser constantes e hidratar a diario incluso varias veces al día. Se recomienda realizarlo tras la ducha con la piel aún húmeda.
Otras medidas a tener en cuenta:
-evitar baños largos y con agua muy caliente. Es recomendable una ducha corta con agua templada menos irritante.
-no utilizar jabones o colonias con perfumes intensos, utilizar aceites y lociones son alcohol.
-ropa 100% algodón
-en verano acudir a la playa y disfrutar de baños en el mar
Pero en muchas ocasiones a pesar de realizar una correcta prevención aparecen los temidos brotes y debemos recurrir a tratamiento farmacológica para paliar los síntomas: antihistamínicos para combatir el picor, cremas o emulsión de corticoides de baja potencia en corto periodos de tiempo.
En la mayoría de los casos este tratamiento es suficiente para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de nuestros pequeños pacientes. Y ante cualquier duda recurrir a tu pediatra siempre.
María del Carmen Moreno, Médico de Familia.
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