No es la primera vez que hablamos sobre la dermatitis atópica en este blog dado que mis dos hijos la padecen. El mayor ha tenido la mala suerte de sufrirla desde bien pequeña, pues solo era un bebé de 15 días cuando comenzó con sus primeras manifestaciones, y su primer año de vida fue muy complicado en este aspecto. La pequeña tuvo más suerte, parecía tener una piel maravillosa hasta que a los 21 meses tuvo un brote que os contaba en esta entrada, pequeño y que corta duración, pero que ya ha condicionado su piel.
Hemos asumido que la atopia es una condición de la piel, que puede mejorar pero no se cura, no se quita. Intentar que sea así creo que es una batalla perdida, y creo que lo mejor que podemos hacer es cuidar la piel en la medida de lo posible para que sufra lo menos posible.
Iván hacía años que no sufría un brote, tres años exactamente, y lo contaba en esta entrada. Después de luchar contra lo que parecía un imposible durante el primer año de vida, finalmente encontramos en la Nivea de toda la vida, la de la lata azul, la solución para mantener su piel estable. Desde entonces no hemos dejado de prestar atención a su piel, ofrecerle los cuidados oportunos, y afortunadamente los brotes fuertes han sido puntuales.
Con todos los cuidados, se nota que su piel es atópica, a pesar de no sufrir brotes o lesiones. Basta observar para percibir que no es tersa sino rugosa y seca, al tacto es áspera, como una fina lija, siempre con una capa de pequeños granitos. En invierno se nota sobre todo en su cara, pues la sequedad hace que las zonas más delicadas se descamen y asomen unas pequeñas manchas blancas. Sí, no tiene una piel lustrosa pero el hecho de no sufrir eccemas o lesiones es todo un triunfo.
Hace dos días noté por la noche que se rascaba mucho. No llegaba a despertarse pero dormía inquieto y no dejaba de rascarse, pero pensé que era algo puntual. Nada más despertares me dijo que le picaba mucho la piel y no se calmaba rascándose, así que cuando nos levantamos y lo vi a la luz, me di cuenta de que ese picor no era casual, pues tenía el torso totalmente irritado. Afortunadamente no había lesiones, no olvido aquellas heridas que mi niño tenía perennes en su cara y cuero cabelludo, o la peor de todas, la herida supurante de su brazo que tardó meses en curar.
En general tenía todo el torso tanto el frente como la espalda irritada, pero las zonas más delicadas eran cuello, pecho y sobre todo las axilas , la zona con más picor.
Viendo su molestia decidimos que no fuera al colegio, no tenía necesidad ninguna de pasarlo mal entre picores, así que se quedó en casa. Y yo que no soy de automedicar pero ya hemos sufrido esto más de una vez, le apliqué crema hidratante en todo el cuerpo y una pomada con corticoides que me recetaron cuando el brote de Antía, en la zona más irritada.
Se quedó en casa y tras varias llamadas durante la mañana, dudando si llevarlo al pediatra no por el brote en sí sino por la molestia de los picores, concluímos que no hacía falta porque Papá me decía que ya estaba mejor. Pero al llegar a casa a mediodía, no se si porque la vista de Papá no es como la mía, o porque le pasó el efecto de la aplicació de la pomada, lo tenía más irritado que por la mañana.
En 10 minutos estábamos en la consulta del pediatra, ya que a las 15 horas finalizan las consultas de urgencias del centro de salud y no era una cuestión para ir al hospital. Yo sabía realmente lo que debía darle, pero preferí que la pediatra me confirmara el diagnóstico y el tratamiento antes de ir po mi cuenta. Finalmente era un brote de dermatitis atópica y el tratamiento el mismo que yo creía: corticoides en pomada para las lesiones y antihistamínico en jarabe para el picor, que era lo más molesto y el motivo real de la consulta.
Hoy ya ha ido al cole, sigue la irritación pero los picores ya han remitido, toca seguir tratando la piel hasta que vuelva a su estado normal y luego continuar con nuestros cuidados básicos. Para quien esté en la misma situación, os cuento los cuidados que teneos nosotros para mantener la piel atópica en buenas condiciones:
- Hidratación diaria: todos los días aplicamos crema hidratante en todo el cuerpo y lo hacemos con generosidad, que la piel se empape y absorba bien para obtener una buena hidratación.
- Baños alternos: no los bañamos a diario sino día sí día no o cada dos días, esto ya depende del día que haya pasado ele niño, hay días que están más guarretes y hay que bañarlos sí o sí. En ocasiones usamos aceite corporal al final del baño ya que la piel lo absorbe muy bien y se mantiene más hidratada y por más tiempo que con uan crema hidratante.
- No usar jabones: el jabón reseca muchísimo la piel y casi todos los geles de baño, incluso los específicos para pieles atópicas, incluyen jabones en su composición. Un gel sin jabón dejará la piel igual de limpia sin resecarla.
- Aplicar el gel con las manos: en lugar de usar esponja, con la mano daremos un suave masaje a la vez que limpiaremos su piel sin arrastrar ni hacer rozar.
- Prendas de tejidos naturales: optamos por lo general por prendas de algodón y evitamos sobre todo los tejidos sintéticos o aquellos susceptibles de irritar como la lana o tejidos con pelo.
- Productos específicos: geles de baño, aceites corporales o cremas hidratantes, siempre mejor que sean especiales para pieles atópicas. Aunque nosotros intentamos que su piel se adapte a todo tipo de productos y en ocasiones usamos un gel o una crema hidratante normal, pero no es lo habitual. Las marcas típicas de bebé que se encuentran en cualquier supermercado son las que peor nos van pues les irritan mucho.
Y la pregunta del millón...
¿CUÁL ES LA MEJOR MARCA DE PRODUCTOS ESPECÍFICOS PARA PIELES ATÓPICAS?
Pues a estas alturas puedo decir que muchas, o ninguna. Siempre va a depender de la piel de vuestr@ hij@. Tengo más que comprobado que marcas que a una piel van de maravilla, a otra le va fatal, por lo que es cuestión de probar y descartar.
Dada la tremenda variedad de marcas que existen en el mercado, yo recomiendo por propia experiencia empezar por las más económicas y las que tenemos más a mano. Porque pueden funcionar igual de bien y nos habremos ahorrado un buen dinero, en lugar de empezar por una cara que no nos funcione y llegar a la más barata en último recurso.
Aquí una servidora probó todas las cremas, geles, emolientes, aceites, de las mejores marcas, las más caras, y al final lo que mejor nos funcionó fue Nivea. Ahora vamos alternando porque intentamos que la piel se acostumbre a diferentes productos, pero hay productos que no nos fallan, como el gel de baño Lactacyd o la crema hidratante Bio Care, son productos que podemos usar con total confianza.
Espero que nuestra experiencia con la dermatitis atópica os sea útil, y espero también tardar mucho tiempo en volver hablar del tema, signo de que la mantenemos a raya. Si tenéis alguna duda, ya sabéis dónde estoy.