Decorar las paredes de tu casa con cuadros personalizables

Uno de mis propósitos al mudarnos a Edimburgo era, sin duda, darle aspecto de hogar a nuestro piso alquilado. Después de tantos años viviendo en nuestro piso propio, que se fue adaptando a nuestra vida y a la llegada de nuestros hijos, convertir un piso impersonal y, para qué engañarnos, poco vistoso, en una vivienda familiar con la calidez del hogar, era todo un reto. Lidio con la puñeta de que el piso tiene muchísimos defectos – pero muchísimos, un horror- y tenemos una casera que, en su buena intención, nos trae muebles, lámparas y objetos decorativos innecesarios a la par que de dudoso gusto estético. Así que hacer que, a pocos, vamos cambiando una cosa aquí, una cosa allá, movemos esto, escondemos lo otro sutilmente, disimulo tal, mientras voy dando nuestro toque personal. Dos años después de llegar a este piso y un año después de hacer de él nuestro hogar, ya voy consiguiendo que algunas estancias sean más nuestras a base de cambiar mobiliario e introducir objetos decorativos, pero el punto débil son las paredes. La verdad es que no tengo yo mucho imaginación para ello y entre pasillo y salón hay muchísima pared desperdiciada. Tampoco luce demasiado, uno de los defectos horrorosos es que la paredes están pintadas sobre papel decorativo en relieve – en este tema los escoceses en general son muy poco mirados y muy chapuceros -, y el efecto es raro. Menos mal que al menos están pintadas de color blanco, que da más amplitud visual y disimula más el dibujo en relieve del papel que cubre la pintura. Tenía muchas ganas de poner en el salón unos cuadros personalizables de estilo nórdico para dar algo de vida a las paredes y darles un toque más familiar y personal. Así que en mi búsqueda de los cuadros que me enamoraran, y tras no encontrar nada que me gustara en las tiendas físicas que visitaba, decidí buscar en alguna tienda online de cuadros para ampliar posibilidades. Así llegué a Posterlounge y aluciné con la enorme variedad de cuadros personalizables, posters, murales, carteles e infinitas posibilidades para decorar las paredes. Es tantísima la variedad que no sabía por dónde empezar, pero tenía claro mi criterio: quería algo poco recargado, amable a la vista. Se que la decoración nórdica es tendencia total y no es ya por sumarme a dicha tendencia, es que realmente es muy agradable con los tonos claros y los materiales naturales. Así que me fui directamente al criterio de búsqueda de cuadros de estilo nórdico para facilitarme la tarea. Teniendo en cuenta el tipo de paredes que tiene el piso, no acababa de ver un lienzo de fondo blanco, ni tampoco de tipo póster. Una de las muchísimas opciones de cuadros personalizables de Posterlounge es el material , y me llamó la atención muchísimo el cuadro de madera con el fondo color natural. Me pareció original, diferente y me gustó muchísimo a primera vista. Lo más difícil fue elegir el dibujo, porque la variedad es tan grande y me gustaban tantas propuestas que decidirme por solo dos o tres era realmente complicado. Posterlounge ofrece también la posibilidad de crear cuadros personalizables con tus propios diseños o fotografías, y pensé hacerlo con alguna fotografía familiar. Pero descarté esta idea porque si no he impreso ni una sola foto en cuatro años porque no me acabo de organizar a la hora de seleccionar fotos, cuanto más para elegir solo dos o tres para unos cuadros. Además, tenía muchas ganas de cuadros de estilo nórdico, así tal cual. Flores, pájaros, formas irregulares, un texto sencillo, me gustan esas ideas cuando veo propuestas de decoración y es lo que me apetecía. Posterlounge te permite elegir, además del diseño y el material, el tamaño, el marco o sin marco. Me volví un poco loca con el tema del tamaño porque, si bien todos los diseños se pueden hacer en todos los materiales, no todos tienen las mismas opciones de tamaño. Y quería exactamente el mismo tamaño para los tres cuadros porque, ante la inexperiencia, no me atrevía a jugar con diferentes tamaños, por si el resultado no me gustaba. Finalmente elegí tres diseños que encajaban con lo que buscaba, formas irregulares en tonos pastel, rama de eucalipto y una frase breve que define a la perfección mi filosofía de vida personal y familiar. Confirmé mi elección del fondo en madera en 60×40, y decidí no ponerle marco porque me parecía más natural y sencillo simplemente la madera. El pedido fue muy sencillo de realizar y mi sorpresa fue que en una semana lo tenía en casa. Teniendo en cuenta que, al ser totalmente. personalizable la impresión se realiza tras el pedido, y que viene desde Alemania, me ha parecido un servicio de diez. Colgar los cuadros no tiene misterio ninguno. Tienen un par de orificios en la parte trasera con la forma adecuada para los típicos cuelgafácil que, una vez clavados, solo hay que encajar los cuadros y listo. Dudé mucho si ponerlos alineados, en desnivel, el orden, si dos arriba y uno abajo… De momento los he puesto los tres al mismo nivel y estoy en proceso de ver si es así como me gusta, aunque probablemente vaya haciendo pruebas y cambios. Realmente estamos en pleno cambio del salón, hemos quitado los muebles antiguos a la espera de los nuevos y está todo como muy diáfano, vacío. Pero desde luego los cuadros han llenado sustancialmente el vacío de las paredes, y aunque parezca que «no pegan» con el bodegón que tenemos en la pared contigua, a mi me encanta el choque de dos estilos tan diferentes. Ese cuadro además es muy importante para nosotros porque lo pintó mi suegra, que en paz descanse, y es como tenerla aquí con nosotros. Es una pena que el contraluz no deje apreciar lo bonitos que son, pero vistos al natural lucen muchísimo y la madera queda realmente bonita y muy natural. Me ha encantado esta idea, se sale del […]