A los bebés hay que proporcionarles una suma importante de agua y líquidos, especialmente cuando son muy pequeños, ya que corren el riesgo de deshidratarse antes.
Pues bien, en verano, hay que estar más que atentos, porque estas necesidades se vuelven mucho más intensas y continuas, debido a las altas temperaturas.
Al igual que proteges a tu bebé del calor, con sombrilla, protector y gorrito para el sol, has de estar atenta en las siguientes situaciones, en las que tu bebé demandará más agua:
-En las horas centrales del día.
-Cuando tu bebé está en la calle, o en un lugar abierto, expuesto al sol.
-Cuando tu bebé acaba de terminar de jugar, correr o realizar cualquier tipo de actividad física que le ha generado esfuerzo.
-Cuando notas que está sudando.
-Si experimenta fiebre, diarrea o vómitos.
¿Le dáis otros líquidos sustitutivos de agua a vuestros bebés?
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