En la redacción de TUMINIYO lo tenemos claro y ya lo dijimos en su día. Tener mascota en casa aportaba muchos beneficios a los niños. Ahora, un estudio de una universidad canadiense, la de Alberta, aporta otro aspectos positivo. Tiene que ver con la salud y aparece en el último número de la revista ‘Microbiome’.
Mascota en casa = menos alergia y obesidad
Científicos de dicha universidad, han descubierto que los niños que viven con mascotas desde pequeños tienen niveles más altos de dos tipos de microbios que se asocian con un menor riesgo de alergias y obesidad. Este hallazgo podría deberse a una alteración de las bacterias intestinales que favorece al sistema inmune.
Al parecer, el estudio lo han realizado con bebés que vivían con mascotas, el 70 por ciento perros. Las muestras fecales de estos niños demostraron que dichos bebés, tenían tasas más bajas de asma.
La teoría es que la exposición más precoz a la suciedad y a las bacterias, presentes por ejemplo en el pelo o en las patas de los perros, favorece una inmunidad también precoz. Pero los autores no estaban seguros de si este efecto tenía lugar en las bacterias de los perros o tras su transmisión a los humanos al tocarlos.
Por ello, los investigadores extendieron el análisis de la exposición a mascotas desde que el bebé estaba en el útero materno hasta tres meses después de nacer, midiendo la presencia de las bacterias ´Ruminococcus´ y ´Oscillospira´, que se han relacionado con un menor riesgo de alergias infantiles y obesidad respectivamente.
También durante el embarazo
Los investigadores vieron que la presencia de estas dos bacterias se duplicaba cuando había una mascota en casa. Esto se debe a que afecta indirectamente a la microbiota intestinal. Y afecta tanto durante el embarazo como durante los primeros meses de vida. Según los expertos, la protección puede conseguirse incluso aunque el perro esté en casa justo en el momento de dar a luz.
El estudio puso algo más de manifiesto. La mejora de la inmunidad se produjo incluso en tres escenarios conocidos por una mayor sensibilidad: en los partos por cesárea, cuando se utilizan antibióticos durante el parto o cuando el bebé no es alimentado con leche materna.
A la luz de este estudio no sería de extrañar que en el futuro pueda aplicarse el concepto de “un perro en una pastilla” como estrategia preventiva para las alergias.
¿Y vosotros? ¿Tenéis perro en casa? ¿Cuál es vuestra experiencia?
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