La mayoría de niños se han chupado el dedo alguna vez en su infancia. Es un hábito normal entre los más pequeños, y los padres somos conscientes que puede provocar posibles deformidades en la boca si esta costumbre persiste en el tiempo.
Pero por otro lado, también sabemos que este hábito es agradable para ellos y les calma y relaja cuando están muy cansados. Así que si queremos quitarle a nuestro hijo esta costumbre tenemos que hacerlo con mucho tacto y cariño. No vale con repetirle diez mil veces 'Hijo, no te chupes el dedo', ni tampoco sirve de nada sacarle el dedo de la boca cada vez que haga 'la pipa'.
A los niños les cuesta mucho deshacerse de estos hábitos placenteros, así que nuestra actitud es muy importante. No hay que ridiculizarlos diciéndoles que parecen un bebé con el dedo de la boca. Hay que ponerse en su lugar y entender su situación. Una buena manera de motivarles para dejar este hábito es premiarles con pequeñas cosas, por logros o esfuerzos que hagan, por ejemplo recoger la habitación, recoger la mesa, etc...
De esta manera, podemos empezar a cambiar su conducta y pedirle que deje de chuparse el dedo en ciertos momentos (cuando esté viendo la televisión, leyendo un cuento....), y así paulatinamente hasta que consiga dormir sin chuparse el dedo.
También es importante no intentar cambiar este hábito cuando el niño este en una situación más delicada, como por ejemplo el comienzo del curso escolar, el nacimiento de un hermano u hermana, etc.... Otros trucos más caseros son ponerle una tirita, pintarle con rotulador no tóxico una cara sonriente el dedo, o usar algún fluido amargo que venden en las farmacias.
Fuente: solohijos.com
Imagen: Byron and Tamara / Flickr
¿Vuestros hijos se han chupado el dedo alguna vez?