Hoy vengo a hablaros de un tema que tengo muy fresco en mi vida y son las normas absurdas, esas que están ahí para retarlas y si es posible saltarselas, que es lo que suelen hacer los niños si les has enseñado a analizar las cosas.
El niño se porta mal
Esto es lo que me cuenta mi ex ahora que el mayor de mis hijos está pasando sus 40 días de vacaciones con él.
Si me lo dijeran del pequeño, pues no me extrañaría, es más movido y tiene ideas con algo más de mala leche, venganzas y otras putadillas… pero el mayor ha sido un pedazo de pan desde que nació.
Es modesto, nada exigente y conformista en exceso. Si te pide algo que quiere asume que tarde un tiempo en llegar y sabe esperar hasta Reyes, su cumple, etc, sin problemas.
Si le pides ayuda en algo no rechista y te ayuda, e incluso se ofrece sin que se lo pidas. En este post ya os hablé de cómo se les ha hecho desde bien pequeños corresponsables en el cuidado de la casa.
¿Qué es lo que hace entonces para que su padre diga que se porta mal?
No obedece normas absurdas ni ordenes. Piensa, analiza lo que le dicen y si encuentra una respuesta lógica te la suelta. El pequeño también lo hace y es mucho menos sutil, jajajaja
“Oye, ves a la cocina y traeme una cerveza”
“Tienes piernas y brazos, ves tú a por ella”
Lógica pura y dura y aunque siente mal que te contesten así, tienen toda la razón.
La dictadura de los adultos
Los adultos a veces somos unos tiranos porque nuestros padres lo fueron con nosotros, y no digo con esto que en esa tiranía no existiera el amor padre/madre/hijo.
Pero la visión que se tiene del niño en España es de una personita pequeña que molesta porque hace ruido en los lugares públicos, que llora, caprichosa y ruidosa y que no sabe comportarse si no le das un par de voces o le pegas un guantazo.
A menudo te encuentras con las típicas frases que tocan las narices y te dan ganas de pegar si, pero no al niño.
Ya os conté lo que nos pasó en Barcelona en la cola de la exposición Pixar, de flipar.
Parece que el padre/madre tiene que dar órdenes y el niño hacer caso en todo para ganarse la pegatina de niño bueno, y no solo basta con que se la otorguen los padres, se necesita la aprobación general de la sociedad.
Esto es algo que conozco de primera mano, porque gran parte de mi infancia me la he pasado tratando de satisfacer a mis mayores, sin expresar lo que realmente pensaba con el fin de ganarme el titulo de niña más buena que el pan.
Y eso cansa, y termina por no funcionar, sobre todo cuando estás esforzándote para que digan lo buena que eres y por fallos mínimos se sacrifique todo ese esfuerzo. Al final terminas por no esforzarte.
Pasa lo mismo al contrario, si estás oyendo todo el rato lo malo que eres, ¿para qué ser bueno si hagas lo que hagas ya te has ganado la pegatina de malo?
Si lloras de cansancio en el tren: malo . Si comes con la boca abierta: malo … y así. Ahora bien, niño ninja al que no se le escucha en todo el camino: angelico .
Normas absurdas
No poder mezclar dos chicles, comer con la boca abierta, no poner las dos manos sobre la mesa, no mezclar salado y dulce, no bañarse hasta dos horas después de haber comido, no gritar, no saltar en las camas y sofás, no correr, no subirse a sitios altos, no tocar las cosas de los mayores, no entrar a la habitación de los padres…
Todas ellas son normas que el niño no entiende el por qué de no poder hacerlas.
Hay padres que se las explican y razonan y quienes se limitan a un “porque lo digo yo” o “porque es de niños maleducados”, los segundos caen en la tiranía de los adultos, lo siento, pero es así.
Y no me vengas a contar que es que es disciplina, porque entonces tenemos conceptos muy diferentes de la disciplina, ya que para mí disciplina es lo primero. Explicar por qué deben cumplir esas normas que para ellos no tienen sentido.
¡De aquí no pasa nadie!
¡De aquí no pasa nadie! es un libro de editorial Takatuka perfecto para vernos reflejados en esa tiranía de los adultos.
Gracias a Boolino te puedo reseñar esta colorida, divertida y reflexiva historia con el que además se puede jugar y trabajar conceptos de la lengua castellana como la exclamación y la interrogación.
Datos del libro
- Autor/a: Isabel Minhós Martins
- Ilustrador/a: Fernando P.Carvalho
- Editorial: Takatuka
- Edad: 6-8 años
- Año: 2017
- Formato: Tapa dura
En el libro un general decide que ningún personaje puede pasar a la página de la derecha y pone al Señor Guardia para evitar que pasen de página.
Los personajes se empiezan a impacientar y a acumularse en la página de la izquierda.
El inocente juego de pelota de unos niños ablanda al guardia, que comprende que la norma es bastante absurda, no pasa nada si se la salta un poco y comienza a permitir el paso a la gente.
El general paga su mosqueo con el guardia y el resto de personajes le defienden y veneran, ya que para ellos el haberse saltado esa norma le convierte en un héroe.
Es un libro ideal para viajes y trayectos largos porque da muchísimo juego, tanto como lo quieras exprimir.
Algunas ideas:
En las páginas principales contiene toda la relación de personajes que aparecen en el libro así que tus hijos pueden pasar un buen rato entretenidos buscando cada personaje en las páginas del libro.
Se pueden trabajar los personajes colocándolos por orden de aparición
En las páginas finales buscar quién ha perdido qué.
Su lectura se hace sencilla ya que no contiene texto narrado, el texto se limita a los bocadillos de cada personaje y esto abre un mundo de posibilidades interpretativas a los niños: pueden ponerles diferentes voces a los personajes y aprender a diferenciar entre interrogaciones y exclamaciones.
El colorido, el contenido que da para una larga reflexión con tus hijos, todo lo que se puede trabajar a través del texto y el juego que dan los personajes hace del libro una obra muy completa, innovadora y fuera de lo convencional.
Y por supuesto, perfecta para que los padres pensemos un poco en la cantidad de normas absurdas que imponemos a veces y reflexionemos si realmente son necesarias o solo debemos cumplir con nuestro deber de decirlas en voz alta para que nuestros hijos se las salten.
Es parte de su desarrollo saltarse las normas.
QUE TENGAS UNA SEMANA FASCINANTE
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