No sé vosotras... pero mi casa a veces parece un hospital de campaña. Con cuatro hijos pequeños es muy frecuente que cuando enferma uno, caiga otro. Y más cuando están en la edad de empezar la guardería o el colegio, que es cuando cogen todos los virus habidos y por haber!
Por eso es importante tener siempre a mano un botiquín con todos los medicamentos más comunes y que suelen recetar los pediatras para tratar las dolencias más leves de nuestros pequeños, como son la fiebre, la tos, los mocos....
Algunos de ellos son el Ibuprofeno en jarabe, que sirve para tratar la fiebre, el malestar, cuando los peques están creciendo y se quejan de dolor de huesos, o incluso cuando empiezan con la dentición que les puede producir irritabilidad. El suero fisiológico es algo que nunca debe faltar en una casa con niños, se puede usar para limpiar los ojos y evitar las conjuntivitis, para las fosas nasales cuando están resfriados y tienen mucha mucosidad e incluso para tratar cualquier tipo de herida.
Cremas y pomadas para las rojeces provocadas por el pañal, o para las irritaciones que se producen cuando nuestros peques empiezan a limpiarse sólos, que no siempre lo hacen a 'conciencia'. Además también es conveniente tener siempre a mano un pequeño botiquín con gasas estériles, tiritas, alcohol de 70 grados, vendas y cualquier cosa que nos pueda servir para curar heridas y golpes.
Imagen: Belzie / flickr
¿Qué tenéis vosotras en vuestro botiquín? ¿Qué es lo que nunca os falta?