El dinero, un tema tanto o más tabú que el sexo, es un tema que intento tratar con mis hijos del modo más neutro, natural y abierto posible.
Desde hace unos meses mi hijo quiere ganar dinero y así me lo expresó hace poco:
– “Mamá, quiero que me mandes hacer algo en casa y que a cambio me pagues”.
– Uummm, ¿cómo qué hijo?
–“No sé….limpiar o cosas de esas. Es que quiero tener dinero.”
–Ya entiendo…. ¿qué otras cosas podrías hacer para ganar dinero?
– No sé mamá…
– ¡Seguro que se te ocurre algo!
Y se fue….
¡A los pocos días montó una tienda en su habitación! Que si muebles para arriba, muebles para abajo, ropa para aquí, juguetes para allá…¡y lista! Ahora venía la segunda parte, para él no era un simple juego, quería que le pagáramos con dinero de verdad por nuestras propias cosas jejejejeje. Primero quise pagarle con tarjeta pero no colo, me dijo que no tenían para tarjeta…entonces hablé con él y enseguida entendió por qué no iba a volver a pagar por mis propios pantalones. “¡Pero la idea es buena! Sólo necesitas encontrar algo que vender que a la gente le solucione un problema, le resulte útil o le guste mucho….y que no sea suyo, claro Mientras tanto, podemos practicar jugando, que así aprenderás mucho para cuando tengas tu tienda de verdad”.
Siguió (sigue) jugando a las tiendas de vez en cuando y siguió teniendo ideas….
– ¡Ya sé que puedo vender! Mis libros.
– ¡Genial!
Ahí quedó el tema….. y de momento no se ha puesto a vender los libros que él mismo elabora artesanalmente…..jejejeje.
Pero el otro día, después de un par de semanas después de la última vez que convirtieron su habitación en una tienda (porque su hermano se ha sumado a la empresa, ¡por supuesto!) se me ocurrió una propuesta para enseñarles un modo de conseguir dinero recurrente: una oferta de ahorro interesante para ellos. Y les expliqué que si ellos me daban el dinero que tenían ahorrado en su hucha yo lo guardaría y todos los meses les daría el 5% del importe que tuviesen ahorrado. Les expliqué qué significaba el 5% y que cuánto más ahorraran más dinero era el que recibían. Les dije también que de ese dinero, si guardaban una parte para añadirla a sus ahorros, cada vez serían más los euros que les daría por mantener los ahorros. Aceptaron mi propuesta. Ahora toca ver qué va pasando con ese dinerito que van a ganar cada mes y que aprendan a gestionarlo. ¡Ya te contaré!
Este quizás pueda parecer un tema peliagudo, delicado. Es posible que a la mente de las personas venga la creencia de que el dinero corrompe a las personas, pero no es así. Me parece estupendo que mis hijos tengan ideas sobre cómo ganarse su dinero. Es algo natural, nos ven comprar el pan, la fruta, ropa, etc ¿cómo no van a preguntarse cómo hacer lo mismo ellos? Me parece igualmente estupendo que quieran tener dinero. Los niños no tienen tapujos ni prejuicios con estos temas lo cual les hace tener la mente abierta para aprender a mantener una relación sana con el dinero.
Cuando los peques empiezan a tener inquietudes acerca del dinero, estamos frente a una gran oportunidad para hablar del tema y poder enseñarle algunas cosas sobre educación financiera. Y es ahí cuando intento mantenerme neutra, para no inculcar en mis hijos creencias que puedan suponer un freno en su relación con el dinero y en la forma de gestionarlo y generarlo. Si cuando ellos tienen estas ideas les decimos (o tenemos una actitud que les transmite) que eso no está bien, que no es honroso, que querer tener dinero corrompe o cualquier otra creencia más, estaremos contribuyendo a que este tema se convierta en tabú para ellos y que su relación con el dinero no sea tan positiva como podría ser.
Las creencias que muchas veces tenemos sobre el dinero nos llevan a no relacionarnos bien con esta energía y pueden provocarnos problemas, malentendidos, enfrentamientos, mala gestión de nuestra economía, escasez….. Creo que vale la pena educar en gestión del dinero y en cómo “crear” dinero, porque aunque absolutamente estoy convencida de que no da la felicidad (porque la felicidad está en nuestro interior), el dinero si puede proporcionarnos la capacidad de contribuir en la sociedad ya sea realizando donaciones o creando proyectos que puedan ayudar a las personas o a países enteros a superar situaciones de pobreza extrema.
No es el dinero lo que nos causa problemas, son nuestras creencias sobre él y las actitudes que tenemos (fiel reflejo de nuestras creencias).
El dinero no es malo ni sucio. El dinero es un papel que intercambiamos por productos o servicios. Nada más. Lo que hacemos con el dinero y/o lo que no hacemos con el dinero es lo que puede situarnos en problemas, y lo que hagamos va a depender de las creencias que tengamos.
Así que cuando mis hijos me hablan de dinero intento responder a sus preguntas del modo más neutro que puedo o les devuelvo la pregunta para animarles a reflexionar y a desarrollar su creatividad en el tema del dinero. Porque el dinero también se gana con imaginación. El mundo está cambiando muy rápido, y las creencias del siglo pasado acerca del dinero no van a resultarles muy útiles el día de mañana. Lo más seguro es que creen sus propios trabajos y negocios, y muchos de ellos hoy ni si quiera existen. Facilitemos que su mente siga abierta.
¡Espero que este artículo te haya resultado útil! Un abrazo,
Nuria
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