Uno de los mejores regalos que mi hijo ha recibido jamás fue su bicicleta evolutiva de Imaginarium. Hay un modelo nuevo, pero estoy segura de que es igual de buena que la que tengo yo.
Pasamos prácticamente del correpasillos a esta bici. Sólo tienes que esperar a que los pies le lleguen al suelo. Se usa sin pedales desde más o menos los 2 años. El niño aprende lo que es el equilibrio y domina el manejo del manillar. Quizá a mi enano estas cosas se le dan demasiado bien, tiene un sentido del equilibrio espectacular, así que os voy a contar mi experiencia, pero soy consciente de que no son objetivos reales. Ya veremos con la enana, que parece muy lista pero ¡mucho menos habilidosa!
Nuestra bicicleta evolutiva era heredada de uno de los primos de mi hijo (punto extra, porque nos llegó perfecta y sigue perfecta), pero no traía los pedales. Los buscamos por todos lados porque, al ser algo que se vende junto con la bici, en realidad no tenían stock. Por fin los localizamos y nos los enviaron. Fue el regalo de su 3º cumpleaños. Ese mismo día, los montamos en su bici y estuvimos practicando en la calle. Tras un par de idas y venidas “sujeto” del cuello del abrigo, fue capaz de montar en bici él solito!! Increíble!!!
La verdad es que al poder utilizar la misma bici sin pedales y luego con ellos, el niño ya está acostumbrado al manillar, al sillín, a la altura, al manejo, al peso… No tienen más que añadir ese extra (los pedales, que no es poco) a lo que ya conocían perfectamente y con lo que ya se sentían cómodos.
Un aspecto positivo y negativo a la vez es el peso de la bici. No sé si habrán aligerado el nuevo modelo, pero la nuestra pesa. PESA. Por un lado, eso le hace ser más estable para el niño. Por otro, si tu hijo se cansa y tienes que llevar la bici a cuestas, pesa.
El hecho de que sea evolutiva, te permite utilizarla durante mucho tiempo: desde que el típico autobús o moto de niños pequeños se les queda corto hasta… Aún no lo sé, porque con 4 años y medio sigue usando esta bici. Es decir, mucho tiempo. Quizá sea algo cara en el momento de la compra, pero se amortiza sin duda.
¿Cuándo es el momento de introducir los pedales? Como ya he dicho antes, cada niño es un mundo y tiene unas habilidades diferentes. Obsérvale. Nosotros nos atrevimos a metérselos tan pronto porque vimos que en las cuestas se dejaba caer y apoyaba los pies en un mini cabezal de tornillo que hay en el eje de las ruedas traseras (donde se sujeta la rueda al chasis) y se dejaba caer manteniendo el equilibrio sin problemas y sin bajar los pies.
Contras de la bici: en nuestro caso, bicis y demás viven fuera en la terraza (no tenemos más espacio dentro de casa, seguro que os pasa lo mismo!). Quizá por eso la pata de aparcar la bici nos da problemas y es difícil de sacar. He probado otras bicis del mismo modelo y sólo pasa en la mía (de hecho es asombrosamente fácil y eficaz en las demás), así que es MUY probable que se haya oxidado parte del mecanismo.
Otro contra es que tiene sólo freno en la rueda delantera. Mientras son pequeños no es problema, pero cuando empiezan a pesar algo más y a alcanzar más velocidad, frenar sólo de delante puede hacer que se caigan. Para contrarrestarlo, los pedales girados hacia atrás actúan también como freno (otro pro y contra a la vez). Esto les permite frenar en cuanto lo entienden y se acostumbran, pero también es un poco estorbo a la hora de preparar la bici para montar (normalmente le das una “patadita” al pedal hasta que lo colocas como quieres para arrancar, cosa que no se puede hacer, has de girarlo hacia delante).
Espero que mi reseña de la bicicleta evolutiva de Imaginarium os sirva de ayuda a la hora de decidiros por una. Aunque ya sabéis que soy muy quisquillosa cuando me siento a valorar un producto, después de todos los pros y a pesar de todos los contras, éste es uno de los imprescindibles que os recomiendo tener.
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