Algo está pasando. En algunas cosas debemos estar fallando y debemos estar haciéndolo mal, metámonos todos, cuando están sucediendo hechos muy lamentables y preocupantes en lo que se refiere a menores.
Demasiada violencia
Solo fijándonos en lo que va de año y sin rebuscar mucho en las hemerotecas. El día 3 de Enero, nos contaban que se habían identificado a 4 menores acusados de agredir sexualmente a una joven en Barakaldo. El 12 de Enero las noticias hablan de 5 menores detenidos por agredir a 3 vigilantes en el Metro de Barcelona. Seis días después, el día 18, nos volvemos a conmocionar cuando es un menor de 14 años el que acuchilla a su madre por quedarse sin Internet. Por si aún no nos habíamos sorprendido del todo, nos informan que en Bilbao detienen a 3 menores, de entre 14 y 16 años, por el asesinato de una pareja de ancianos el 22 de Enero. Tres días después, es en Almería donde una menor de 15 años es detenida, acusada de apuñalar a otra de 13 tras una pelea en un colegio de la Capital. El día 5 de Febrero nos vamos enterando a lo largo del día que una menor de 11 años había dado a luz en Murcia. Más tarde nos sorprende aún más, cuando informan que el padre es su hermano de 14 años.
Ese mismo día las noticias cuentan que ahora un menor de 14 años mata a su hermano de una puñalada tras una discusión en Alicante. El jueves 8 de febrero son varios alumnos que violan a un niño de 9 años en un colegio de Cazorla durante el recreo. Sus presuntos autores serían alumnos de edades comprendidas entre los 12 y los 14 años. Un día después, es detenido un menor de Puerto Serrano por dos agresiones sexuales a mujeres adultas, que las abordaba a durante el día. Y por concluir en algún momento, el día 12 de febrero informan que en Málaga investigan una supuesta agresión sexual cometida sobre un menor de 14 años, con discapacidad intelectual, por parte de dos hermanos de 11 y 15 años con los que comparte centro escolar.
¿Qué podemos hacer?
Puede resultarnos agobiante tanta información respecto a menores agresores y agredidos. Puede ser que todo esto sea una coincidencia o simplemente que esto, desgraciadamente, este ocurriendo. Lo importante es no quedarse en el lamento o en tratar de buscar culpables. Debemos incidir en las causas y cuáles son los medios que debemos poner en marcha para atajar este tipo de situaciones.
Ante uno de estos hechos, preguntaban a un educador social su opinión a la hora de tomar medidas judiciales y penales a menores. Su contestación, creo que fue de lo más acertado: “Lo que se debe de hacer es trabajar en prevención con menores en los ámbitos del ocio y tiempo libre, con educadores en medio abierto y educadores de calle, que trabajen en recuperar valores como el respeto, la solidaridad y el compañerismo”.
Efectivamente, estos episodios están relacionados con la pérdida de valores y también por estar expuestos a una información para la que no están preparados. Se les regala en la primera comunión un móvil donde se tiene acceso a todo, acceso incontrolado, con menores que están casi todo el día solos o con otros iguales y con un exceso de información tremendo. Acceso a páginas pornográficas, enganchados en juegos destinados a mayores de 18 años que les lleva a un efecto de imitación y de querer experimentar e imitar. Así mismo, los últimos datos sobre el consumo de drogas, nos dicen que ha bajado la edad de iniciación al consumo, con casos de niños de 13 y 14 años que fuman sus primeros porros.
Tienen un exceso de información en muchos aspectos y grandes carencias de conocimiento, tanto sobre los riesgos que pueden producir el consumo, como del mal uso de las redes sociales. Por tanto es importante mejorar la educación afectiva y sexual y trabajar en la resolución de conflictos e inculcar valores, crear programas de mediación. Para frenar la violencia hay que educar para convivir, identificando los factores de riesgo podemos poner en marcha las medidas de protección.
Seamos optimistas, pensando que es posible romper esa dinámica.
Ginés Parra
Educador Social