Hola… ésto era algo que no esperábamos, un amor, un flechazo. Nos mudamos y la casa nueva tenía un patio, por fin, sin enlosar, como deseábamos hacía tiempo. Para poner césped y un par de arriates con flores, una cosa así romántica y mona. Un sitio mono donde hacer barbacoas con amigos y cortar alguna flor para jarrones. Sin embargo,… hoy tenemos un huerto en el que, a pesar de lo pequeño que es, podemos pasar horas sin aburrirnos. Os hacía ya un adelanto en El hipster que plantó un huerto.
¿Queréis conocer todos los detalles? Os los cuento paso por paso en ésta nueva sección El Huerto. Espero que sirva de ayuda para vuestros proyectos hortícolas o si no es el caso os anime a plantar uno.
Hoy el capítulo I.
Capítulo I. El origen. Yo quería un jardín, pero fue un huerto.
Nuestro antiguo patio era enlosado. Un rollo. A mi siempre me ha gustado tener mis plantitas, cuidarlas. Y uno de mis deseos tontorrones era tener un trocito de suelo de tierra en mi patio para poder plantar otras cosas. Y por fin lo tenemos. Un pequeño terreno de 30 m cuadrados. Nuestra ilusión. Plantar césped. Presupuesto, no más de 80 â?¬.
Primer paso. Informarse, planificar, presupuestos.
Le dedicamos varios días al asunto. Había que pensar y ver distintas opciones.
Como no tenemos ni idea, ¡a preguntar! Entre los viveros de la zona, el señor de mantenimiento de la comunidad y el jardinero de un vecino, nos dieron un curso acelerado de cuidado y mantenimiento de jardines.
Vamos desbrozando.
Mientras tanto la tarde la dedicamos a desbrozar para no perder tiempo. Uno con una azada y otro con un pico pequeño. Nos costó bastante. La hierba estaba muy alta, llevaba años sin cortarse.
Lo hicimos en tres tardes porque el sol se ponía prontísimo y el suelo estaba como una piedra.
Se debe ir allanando el terreno y nivelando para que luego en el día a día no queden charcos en algunas zonas.
Consejo. Regar muy bien el suelo la tarde anterior o la mañana anterior. Dando tiempo a que el terreno no esté enfangado, pero que esté aún húmedo para que la tierra esté un poco más blanda.
Tomar decisiones y ¡manos a la obra!
A todo el mundo que hemos consultado por la zona, viveros, vecinos, etc, nos desaconsejaban poner césped. El clima en ésta zona (al sur de Sevilla, el Aljarafe, en el entorno de Doñana) es seco, las lluvias son escasas y hay muchas horas de pleno sol durante todo el año. El mantenimiento del césped debía ser siempre con riego, cada dos o 3 días. Procurar una buena sombra en verano, poner toldos o velas. Cortar cada semana. Un cacharrillo para cortar, una cortadora de césped quiero decir. Una manual, que es más barata, es desaconsejable, con solo 5×5 m no coges velocidad suficiente y tendría que aplicar muchísima fuerza. Los bordes por lo que he leído, nunca quedan bien. Y por supuesto no tengo pasta para una mecánica. Césped adiós.
¿Piedras de jardín? el saco de 25 kg que ya os digo que es poquísimo, a partir de 6 â?¬ rellena acaso 1m cuadrado a lo sumo 2 con una capa muy fina. Un saco de 1 m cúbico, el típico saco que te traen en un palet, también lo llaman big bag. A partir de 200â?¬.
Soluciones, alternativas. Chinos del polvero. Gravilla de obra. La tienen de muchos tamaños, colores y precios. Nosotros compramos una de tonos oscuros, de un grosor de unos 3 cm por 58â?¬ el metro. Nos ha cundido, hemos cubierto 10m cuadrados con unos 10 cm de profundidad, de sobra.
Como no teníamos para más, cubrimos con grava sólo la zona central, lo suficientemente amplia como para jugar, o para poner una mesa grande algún día, para hacer barbacoa,… Pero la grava no la trajimos hasta varios días después. Antes, teníamos que colocar una malla antihierbas, compramos un rollo de 2×5 m por 9 â?¬ pero tuvimos que buscar otros trozos por ahí en plan diogenero porque no era suficiente. La clavamos al suelo con unos clavos grandotes que teníamos por casa. Si no se fijan bien los laterales se termina moviendo.
Os tengo que decir que aunque no ha salido hierba, sí ha crecido césped,
Y por último, para separar las dos zonas una valla de madera, la más barata del Leroy Merlyn, 4â?¬ si no recuerdo mal el rollo. Necesitamos 3. Hicimos una zanja de un palmo de profundidad y la clavamos al suelo, dejando sobresalir no más de 10 o 15 cm.
Zona para plantar. Comprando semillas.
Ésto nos deja dos bandas laterales de aproximadamente 1,25 m de terreno para plantar.
Necesitamos ver el tipo de tierra para saber qué plantar. Ésto en teoría, porque con lo cabezotas que somos vamos a plantar lo que nos apetezca y que salga lo que sea.
El terreno es más bien arcilloso. Pero drena muy bien. Por si acaso le añadimos 2 sacos de tierra para plantar, mantillo o sustrato, de 50l, 5â?¬ cada uno de Leroy Merlin.
Comprar semillas, plantones, etc. Vamos felices a por nuestras flores y… oh oh…, creo que ya no tenemos más presupuesto. Así que cogimos semillas, tristes semillas. En Leroy Merlín, en Aldi y en Lidl. Ah si, y un pequeño invernadero que es como una casita de hámster. Menudo drama. Sr Gato cogiendo tomates y berros y yo flores, cabreada como una mona, no se le ocurrirá ponerme tomates en mi jardín,… dispuesta sin duda a sabotearle las plantaciones,… las pondré al sol y se achicharrarán, jejej.
En unos días las semillas germinaban como locas dentro del invernadero. Fuera un poco después. ¿Pero sabéis cuales? sólo las hortalizas, a las flores no se les ve ni un brote.
Éste es el motivo por el que ahora en vez de un jardín tenemos un hermoso huerto.
Si te ha gustado, más en el capítulo II, que llegará en unos días.
Si quieres seguir el día a día de como va nuestro adorado huerto puedes verlo en instagram en @mataalamarmota, aquí en la columna de la derecha tienes el enlace también. Y si tienes alguna pregunta o comentario, adelante.
Gracias por tu visita, ¡hasta luego!