La verdad es que a los peques les encanta todo lo que es regar, poner tierra, plantar. Siempre les ha encantado la llamada de “vamos a regar las plantas chicos”. Buf, como locos con la regadera.
Cuando fuimos en navidades a Expojove, que es como una feria navideña para hacer actividades, talleres, juegos, etc., todo para niños, plantaron una lechuga en una maceta y se la trajeron a casa. Cuando hicieron la actividad allí no usaron una regadera para ponerle agua, sino que usaron un pulverizador, para no ahogar a la lechuguita recién plantada.
Todo eso me hizo pensar en montar un rinconcito en el exterior sencillo, con sus plantas y su pulverizador para que pudieran ver como crecía su lechuga. Cuando además mi madre les regaló unas margaritas plantadas en una maceta para que las cuidaran… ya la cosa empezaba a tener mucho sentido.
Qué hicimos, pues encontramos en Ikea las tres claves de nuestro rincón “huertecito”. Una bandeja de las que hay en la sección de los niños, que se utilizan para guardar juguetes (y creo que rondaban los 2€ o así), un pulverizador por 1€ y unos embudos para rellenarlo. Esto junto con las macetas propios de cada planta… sería genial.
Lo primero fue poner las dos plantas que ya tenían en este nuevo rincón y probar a rellenar y usar el pulverizador.
Les puse agua en una jarrita y allí que se pusieron a rellenar el pulverizador con agua, por medio del embudo, y después a regar sus plantitas.
Bueno, sus plantitas y todas las que vieron por la casa.
Viendo el interés, decidí que podían incrementar su huerto plantando unas semillas de tomate también en una maceta, al igual que la lechuga. ¡¡Menuda ensalada nos podemos hacer si todo crece bien!!.
Así que una mañana del fin de semana, nos dispusimos a ello.
Primero preparar la tierra. Les puse una bandeja toda llena de tierra para macetas. Así que primero la removí para que quedara suelta y pudieran cogerla y ponerla en la maceta sin problemas. Haciéndolo con ayuda, además es mucho más divertido… jejeje.
Luego preparon cada uno el agua de sus pulverizadores. Les puse la jarrita de agua y los embudos cerca y ellos mismo hicieron todos los pasos necesarios.
Repartimos las semillas entre dos platitos, para tener cada uno las suyas, no sin antes investigar qué era eso que había en el sobre y que íbamos a plantar en las macetas… jajajajaja.
¡¡¡¡ALAAAAAA CUANTAS SEMILLAS!!!! ¿Y de aquí salen tomates, mamá?
Lo siguiente fue comenzar a rellenamos las macetas con tierra hasta la mitad, usando para ello una pala.
Cuando llegaron hasta la mitad, pusieron agua con el pulverizador sobre la tierra.
Luego, echaron las semillas de su platito dentro de la maceta, sobre la tierra mojada.
Volvieron a regar, ahora sobre las semillas.
A continuación, terminaron de rellenar de tierra la maceta, tapando las semillas.
Volvieron a regar ya sobre toda la maceta cubierta de tierra.
Y por último, ya fue ponerlo en su espacio de cultivo, junto a la lechuga y las margaritas.
La verdad es que estuvieron súper concentrados a todos los pasos que íbamos diciendo y disfrutaron un montón haciéndolos. Vamos, yo estaba deseando hacer algo y ¡no me dejaron!. Me encanta, eso es que les gustaba lo que estaban haciendo.
Todos los días tocan con sus deditos la tierra de las macetas y si la ven seca, la riegan con el pulverizador que tienen también en su bandeja “huerto”. Si no le queda agua al pulverizador, pues utilizan el embudo y la jarrita para rellenarla, que además es una actividad súper divertida!!!
La lechuga evoluciona muy favorablemente, las margaritas creo que están en un punto crítico, jajajja. Los tomates, pues aún no ha salido ni una ramita, veremos si conseguimos que brote algo.
Estoy pensando en poner lo de la lentejita en algodón en un bote transparente para que si empieza a brotar algo que puedan verlo, ya que con la tierra, si está pasando algo con las semillas no lo pueden ver hasta que no asome por encima de la tierra.
Yo creo que puede ser interesante hacer un rincón así en cualquier casa. No se necesita jardín ni nada. Con un espacio en la casa, en la terraza o en algún sitio donde les pueda dar el sol a las macetas es suficiente. No se requiere mucho espacio, ni mucha inversión, ni mucho tiempo. Solo ofrecerles este pequeño rinconcito de cultivo, que ya veréis como les encanta y se preocupan por sus plantitas todos los días (además, porque les encanta eso de echar agua con el pulverizador!!! jajajaja).
¿Qué os ha parecido la idea? ¿Tenéis un rinconcito así en vuestra casa? ¿Creéis que podéis aplicarlo?
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