Descubrí la mochila portabebés Manduca hace ya dos años y, desde que la tengo, no me separo de ella durante mucho tiempo. Es cómoda para mí y para los niños, lo que garantiza que siga usándola cada día, independientemente del niño al que vaya a portear. Al ser ergonómica respeta la posición natural de los bebés, dejando su espalda con la curva "C" y las piernas en posición "M" (o de ranita), lo que hace que los niños crezcan sin forzar su postura ni la de sus caderas. Además, respeta la posición del porteador cuidando su espalda y fortaleciéndola y permite adaptarse al porteador con un simple ajuste de las tiras, así sirve para papá, mamá, tíos, abuelos? ¡cualquiera puede portear!
Comencé con manduca cuando Álvaro tenía cuatro meses. Me gustó la sensación de tenerlo siempre a mi lado y poder tener las manos libres para realizar otras tareas, sobre todo cuando no conseguía que se durmiera y parecía que la casa se me echaba encima con las tareas que dejaba en "pendientes" para poder atenderlo. La manduca me facilitó la vida en ese aspecto.
Tiene el cinturón de la cadera muy acolchado, lo que proporciona un agarre firme pero sin dolor, al igual que las tiras de los hombros, que al estar acolchadas hace que no se te claven las cintas en los hombros o la espalda debido al peso del bebé.
Permite el porteo de niños desde el nacimiento hasta los 20 kg, que son más o menos 5 años, lo que nos posibilita la opción de llevar a nuestros hijos hasta el final de la etapa del "aúpa". Esto es posible gracias al reductor integrado que lleva la mochila, así como la ampliación que también tiene en la cremallera. Por supuesto esta mochila nos deja llevar a los niños tanto delante (cuando son pequeños es el mejor lugar), a la cadera y a la espalda.
Personalmente he porteado a Álvaro en las tres posiciones y, la verdad, es que para nosotros las opciones más cómodas eran delante y a la espalda. Aún hoy, con dos años y medio, seguimos porteándolo cuando se cansa de andar y no es raro verme pasear con un niño delante y otro a la espalda. Con Diego por ahora sólo lo he puesto a la espalda en una ocasión para poder pasar el aspirador y estaba tan a gusto que se quedó dormido, aún con el ruido de fondo.
El material de tela de la manduca es algodón orgánico, perfecto para la delicada piel del bebé y para favorecer la transpiración. Además, la seguridad que lleva está muy bien porque el broche de la cadera tiene tres puntos de agarre, lo que garantiza que no se pueda abrir de forma accidental. Y las tiras de los brazos se sujetan por la espalda o por el pecho con otro broche evitando accidentes.
Hay mochilas en gran variedad de colores y también salen ediciones especiales con coloridos diferentes y más atrevidos. Yo tengo el ParadiseGlow (modelo agotado) y estoy encantada porque es cómoda, pesa poco (unos 600 gramos) y se lava muy bien en la lavadora sin perder el color. También la ha metido en la secadora y ha salido perfecta, por lo que la recomiendo para el uso diario con niños.
En cuanto al precio de la manduca, está en lo normal para las mochilas ergonómicas: la edición básica cuesta 119â?¬, las ediciones limitadas son 10â?¬ o 20â?¬ más caras y la edición Black (en negro) cuestan 129â?¬.
Espero que os sirva mi opinión sobre la mochila Manduca. Este post no es patrocinado, es mi experiencia real de una compra personal y un uso real de una porteadora que, desde que conoció la manduca no ha vuelto a llevar el carro a ningún sitio. Podéis encontrar más información sobre mí en Mamá de día y de noche.
Un abrazo, Ely
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