El día fuerte es el sábado, en el que hay un montón de actividades. Se hacen comidas y cenas por todas las calles de la ciudad. Por la mañana pensábamos que se iba a estropear todo, ya que empezó a llover, pero después de un par de chaparrones, pasó el medio día y se empezó a despejar e hizo un día estupendo.
Lo pasamos en grande, comimos con un grupo de amigos, y luego paseamos por unas cuantas plazas. Es muy difícil pasar por todas las zonas ya que hay tanta gente, que es imposible, además es el típico día que te encuentras con esas personas que llevas un montón sin ver, y que aún por encima, no conocían a leoncito. Así que te puedes imaginar...
Esta fotografía en concreto es de uno de los lugares donde más fotos se sacan, ya que ¡los dragones han llegado a Pontevedra!