El fin de semana ya está aquí, es momento de disfrutar de la compañía que nos brindan nuestros hijos y debes saber que con unos pocos ingredientes podemos realizar una plastilina comestible casera.
La plastilina es muy divertida y entretenida para los niños: pueden crear millones de cosas y jugar con su imaginación a la vez que favorecen la creatividad, la concentración, la motricidad fina y relaja al niño durante su actividad. Si encima le añadimos una preparación casera para hacer este material tan blandito la diversión estará asegurada.
Fabricar nosotros mismos la plasti es una opción barata y sencilla para realizar una actividad nueva, con un resultado parecido al que hacen con la plastilina comercial: amasar y modelar figuras a su gusto.
Necesitaremos aceite, sal, harina, agua y colorante alimentario. Lo bueno de esta plastilina casera es que no es tóxica para los peques que aún se llevan las cosas a la boca por que se puede comer.
Por lo que podemos sacar dos funciones a este tipo de plastilina: crear y jugar con ella o podemos amasar pastelitos para comer. Todo con formas divertidas y colores.
A continuación os dejamos un tutorial del paso a paso para la fabricación de este material.
¿Facilisimo a que si? ¿Os animáis a probar?