Este post es el post más personal que nunca jamás he contado, pero despues de lo vivido este ultimo año y sobre todo estos ultimos meses, queria compartirlo con vosotros, porque sé que muchas estareis pasando por algo parecido.
2014 fue un año muy duro en casa, llevabamos meses queriendo ser papis, y el dia del cumpleaños de Alex, le dí su peor regalo, lo tuvimos que pasar en urgencias, ilusa de mi, pensaba que todos mis dolores se podian deber a mi posible embarazo, pero la noticia fue totalmente contraria, la causa de mis dolores y malestar se debia a un quiste de 5 cm en el ovario a causa de la endometriosis. Esta enfermedad es crónica, muy dolorosa y causa en muchos casos infertilidad. Solo un embarazo podria mejorarla, algo bastante paradojico.
Fue un jarro de agua fría, aquel no sería el unico dia de hospital del año. En mayo tendria que pasar por quirofano para quitarme el quiste que crecía a un ritmo bestial. Afortunadamente, ninguno de mis ovarios se vieron afectados en la intervención, y nuevamente se nos abria una puerta a la esperanza, pues supuestamente tras la intervencion, era el mejor momento de fertilidad. Pero nada, meses y meses de desilusion tras desilusion, de llantos al recibir noticias de embarazos y rabia cada vez que nos hacian el chiste de "El niño para cuando". A esto se unió una fuerte depresión en la que cayó Alex a finales de año. 2014 definitivamente no estaba siendo nuestro mejor año.
Pero llegaría 2015, y nos propusimos que este sería nuestro año. Fue entonces cuando todo me superó y deje de escribiros. Desde entonces todos los meses han sido una montaña rusa.
A mediados de enero, tras varias pruebas medicas, finalmente me comunicaron que si queria ser madre, no podria ser de manera natural, sino que tendría que someterme a un tratamiento de fecundación in vitro. No podia asumirlo. ¿Porque una cosa tan natural y sencilla se me estaba privando? ¿Porque tendríamos que pasar por ahi sin ni siquiera saber si funcionaria? Las probabilides de éxito en una mujer sana es del 30-40%, en mi caso, y gracias a mi queridisima endometriosis, la probabilidad se reducía y mucho. Estaba muy negativa y llegué a caer en una depresión. Seguía foros y todo lo que leia eran experiencias negativas de 3 y 4 intentos fallidos, de que el tratamiento era muy duro, que habia que estar muy fuerte… no me sentía preparada para ello. Incluso llegué a asumir como sería mi vida sin niños, y bueno, tampoco la veía tan mal, podriamos viajar cuanto quisieramos y nunca tendriamos miedo a que le pude pasar a nuestros hijos, seria una vida de disfrutar más en pareja.
En febrero empecé a asumirlo, es lo que me había tocado vivir. Bastante paradojico, mi madre, que me tuvo muy joven, desde pequeña me habia estado educando para que no pasara por lo mismo que ella y tomara todas las precauciones, y ahora, lejos del temor de mi madre, tendria que pasar por un tratamiento de fertilidad…esta vida…
Finalmente no tuve más remedio que aceptarlo. Si tenia que pasar por ahí que fuera de la mejor manera y de la forma más positiva posible, no quería que por mi actitud negativa todo saliera mal, total, solo serian 15 dias de pinchazos y 15 de reposo, podria ser peor.
Y llegó de nuevo el cumpleaños de Alex, y volvíamos a pasarlo en el hospital, pero esta vez, en la unidad de reproducción asistida. Pensamos "si hemos empezado el día de tu cumple y el resultado lo tendríamos el día de nuestro aniversario de novios, esto no puede salirnos mal"
Nos armamos de positivismo y humor, e hicimos de las 20:30 de cada dia nuestro momento. Camara en mano, con el mejor enfermero y una gran sonrisa, el 26 de febrero empezaba mi tratamiento con 2 pinchazos diarios de hormonas.
Los dias pasaban rapido, y cuando menos lo esperaba, llegó el primer control a los 5 dias de tratamiento. Las noticias no podrían haber sido peores. Mis ovarios no estaban respondiendo al tratamiento, y solo había genrado 4 óvulos y muy pequeños.
Salimos del hospital desmoralizado, casi llorando pero con una idea muy clara, no íbamos a tirar la toalla. Nadie dijo que el camino fuera fácil. Para hacer más llevadera la mala noticia, nos tomamos el dia libre y nos fuimos a cargarnos de positividad y energia a nuestra playa, aquella donde 9 años antes nos declaramos novios. Después nos fuimos a por un buen plato de steaktartar, por si era el ultimo que comía en mucho tiempo.
Me subieron la dosis de medicina, aunque aun seguiria siendo dos pinchazos diarios. Y entonces, empezaron los efectos secundarios, lo cual era muy buena señal, es como cuando dicen " si escuece, es que está curando" pues esto igual, si duele es que están generando óvulos. Y así fue, en el segundo control, salimos felices, todo habia cambiado, y ya tenia fecha para la intervencion en la que me extraerían los óvulos. Ya solo quedaba 3 dias con 3 pinchazos diarios y si todo iba bien, esto se estaba acabando.
Y llegó el dia de la punción, pudieron extraer 7 óvulos, de los cuales consiguieron fecundar 5, dos me lo transfirieron y congelaron un tercero.
Ahora tocaba lo más duro, la "betaespera", ese periodo de reposo y vida tranquila durante 15 dias, en los que eres una muñequita de porcelana, hasta que te hacen la analitica de la beta y ven si estas o no embarazada. Nosotros nos tomamos aquello como un embarazo, si salia bien, perfecto, si salía mal, cualquier embarazo puede salir mal en las primeras semanas, asi que por lo menos, que nadie me quitara la ilusión de sentirme embarazada durante 15 dias.
Mi ultima semana de betaespera me la pasé organizando nuestro viaje de este verano a la India por si todo salía mal, siempre teniamos que tener un plan b, si salia positivo, tendriamos un bebé, y sino, nos ibamos de viaje, pero sin duda, fuese como fuese, saldríamos ganando.
Y llegó nuestro aniversario de novios, 9 años juntos y a punto de recibir el que sería nuestro mejor regalo. 11:00 de la mañana, los resultados ya estan en mi buzón de correos y yo prometí esperar a las 16:00 a que Alex llegara de trabajar. Queriamos celebrarlo o llorar juntos. Y lloramos, y mucho, ¡¡¡pero de alegria!!! El tratamiento habia sido todo un éxito, y nuestro embrioncito, que desde el primer dia se habia sentido querido, no quiso abandonarnos.
No nos lo creiamos, dos años esperando este memento y no podiamos parar de llorar y contarselo a todos los amigos y familiares que habian vivido a nuestro lado el tan duro tratamiento.
Aunque miento, no es tan duro. Entiendo que para una pareja que lleve varios ciclos de tratamiento, sea una tortura, pero de verdad, y os lo dice la persona más aprensiva del mundo, no se pasa tan mal. La clave está en estar muy positivos, unidos y tomarlo con mucha naturalidad y optimismo. Si tu no te crees que vaya a salir bien, no sirve de nada pincharte a diario. Quizás, si mi actitud durante el tratamiento hubiera sido la misma que cuando supe que tenia que hacerlo, hoy no estaría embarazada de 12 semanas.
Como os decía al principio, este es un post muy personal, pero quería compartirlo, porque sé lo mal que se pasa cuando estas buscando un bebé y no llega, y sobre todo cuando te dicen que no habrá esperanza si sigue intentándolo de manera natural.
¿que me hubiera gustado tenerlo de forma natural? Por supuesto. Pero no cambio cada dia de tratamiento que pasamos juntos. Eso nos unió mucho como pareja, amigos y confidentes. Hay veces que incluso echo de menos aquella media hora de pinchazos diarios, porque daba igual lo que estuviéramos haciendo cada uno, ese momento era nuestro, y solo nuestro y nada ni nadie nos lo podía quitar.
Chicas y chicos que estáis pasando por lo mismo que nosotros, sé que es duro asumirlo, cuesta, pero hay que estar muy fuerte, porque con ilusión, amor y positivismo sale. Sino, miradme, ¡que me daban menos de un 20% de probabilidad de éxito!
Y bueno, después del super positivo, llegaron las nauseas del primer trimestre que me han tenido sin poder vivir, pero ya pasaron y vuelvo a ser yo, al 100% (más bien al 150% porque ya somos 1 y medio). Así que ¡para finales de noviembre seremos uno más!
Y despues de todo esto, pues deciros que poco a poco volveré a coger el ritmo del blog, aunque ahora andamos a tope de bodas.
¡Ah! que se me olvidaba, que hoy estamos de aniversario, 2 añitos han pasado ya de nuestro Sí Quiero.
¡Feliz semana a todos!
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