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¿Tienes 5 minutos para ti? Taller 'Cambiando gritos por besos y abrazos' semana 9.

Taller on-line: Cambiando gritos por besos y abrazos. 

Hoy si que si, hemos llegado al final del a taller "Cambiando gritos por besos y abrazos" y nos toca para completarlo un último ejercicio. Hoy si que vengo con deberes y ejercicios concretos.
Lo que te voy a proponer sé que cuesta, a mi me ha costado años, pero cada vez que me lo proponía, que lo pensaba, que intentaba organizarme, a pesar de no lograr llevarlo a cabo, estaba más cerca de conseguirlo, así que no te agobies si no logras encontrar el momento y sigue intentándolo.
¡Tú eres lo más importante para tus hijos!

Así es. Si tu estás bien, tus hijos también. Si tu te cuidas podrás cuidar y enseñar a los demás a cuidar. Si tu eres feliz tus hijos serán felices porque te puedo asegurar que su amor es tan puro que lo que más necesita un niño es ver a sus padres felices.
Así que hoy te pido que te cuides, que busques ratos para ti, que hagas cosas sola si lo necesitas, que hagas un viaje, que te des un baño relajante o vayas a a darte un masaje, que pases un fin de semana sola con tu pareja si es lo que necesitas....¡No es egoísmo! Si realmente lo que necesitas para poder cuidar a tus hijos, educar sin gritar y estar bien es estar relajada, el cuidarte y buscar momentos de desconexión y liberación es una responsabilidad, no un capricho tuyo. 

EJERCICIO.

Momentos de "desconexión" diarios:
Busca 5 minutos, 3 veces al día,  para desconectar y borrar los problemas, tareas o preocupaciones de tu mente. Puedes hacer lo que más te guste y que se adapte a esos 5 minutos, que te dé energía pero que no te cargue la mente. Por ejemplo, tumbarte y cerrar los ojos, escuchar música, sentarte en el sofá, leer un libro, ver la televisión, hacer un crucigrama....¡lo que sea que realmente te sea útil! Si ves que no te gusta o no te aporta tranquilidad, cambia de actividad. 
Cuida tus rutinas y dedícate tiempo a cuidarte físicamente. Esta bien ducharse rápido y ahorrar en agua pero no te frotes como si estuvieses limpiando una olla. Trátate con delicadeza porque te lo mereces. También cuida tu alimentación y procura comer a tus horas, intenta evitar eso de "ya comeré, da igual". Si un día no puedes cocinar porque vas mal de tiempo o no te dejaste preparada la comida la noche de antes, date un capricho y hazte una comida rápida pero que te guste, la disfrutes y dentro de lo que cabe sea sana. Por ejemplo un bocadillo hecho en casa, en lugar de una bolsa de patatas o cuatro galletas.  
Dedica media hora cada día para hacer algo "tuyo", una actividad que te sirva para relajarte, desconectar, pero que dure más que la de los 5 minutos. Se trata de que sea algo reponedor, que te tranquilice al máximo, que te invite al descanso....Lo ideal es por la noche, antes de ir a dormir. Puede ser cualquier cosa: escribir un diario, ver la televisión, leer un libro, hacer punto de cruz, leer en internet.... pero estate atenta a que esta actividad no te altere o te canse, se trata de buscar el relax máximo.
Busca una hora a la semana par ti, fuera de casa si es posible. Si necesitas más tiempo o dos días a la semana pues perfecto. Será el día de la semana, el momento en el que desconectes del todo, que liberes emociones, tensiones..... Hacer deporte, apuntarte a clases de algo, salir a andar, quedar con una amiga, lo que sea que realmente te llene. No puede ser algo hecho por obligación porque puede que entonces en lugar de ayudarte te estrese más. Así que no te fuerces si no te apetece hacer ninguna de esas actividades y busca otra cosa para hacer en casa o, simplemente, no hacer nada (yo he estado en esta fase durante mucho tiempo porque cuando dormíamos poco y mal lo único que quería era el sofá). 
Si lo necesitas, haz una escapada de un día o dos con tu pareja o sola. En 6 años mi marido y yo hemos hecho una escapada de dos días y una noche sin los niños. Y habremos salido a cenar solos y dejado a los niños con los abuelos unas 6 veces. Vamos que tampoco somos mucho de salir ni necesitamos irnos de finde cada dos por tres, pero estos momentos de volver a conectar entre nosotros y de separarnos de los niños han tenido un efecto positivo. Al estar sin los niños luego los coges con más ganas, los hechas de menos a la vez que descansas un montón. Para mi son claves hacer estas escapadas de vez en cuando. También pasé 3 días sin la familia cuando me fui a Madrid a estudiar la certificación en disciplina positiva y fue un viaje muy fructífero por todos los lados. Evidentemente esto depende absolutamente de ti. Hay personas que necesitan más espacio que otras, que necesitan desconectar más veces, no son mejores ni peores madre o padres por eso, lo importante es mantener el equilibrio y podré dar a los niños una educación desde tu mejor "yo".

Trucos:




Si te notas muy agobiada puede que necesites muchos más momentos de los que aquí digo, en cambio, si estás bastante relajada habitualmente, puede que necesites menos momentos de desconexión que los que aquí propongo. Quizá lo mejor que podría irte es empezar por una escapada un día entero para ti. 
Empieza poco a poco si te encuentras que al cabo del día no tienes ni un minuto para respirar. De todos los momentos que defino arriba escoge uno y céntrate en llevar a cabo ese. Por ejemplo, si eliges el de la media hora diaria. Esfuerzate por cumplir ese hasta pasados 21 días, momento en que se habrá convertido en un hábito y empezarás a hacerlo sin esfuerzo y a notar los beneficios. Después, añade otro, por ejemplo, los 5 minutos 3 veces al día y esfuérzate en llevarlos a cabo (sin olvidarte de tu media hora diaria, por supuesto), y por último . 
Ten paciencia y recuerda que al introducir estos momentos de desconexión estás introduciendo cambios en tu rutina que en 21 días se convertirán en hábitos y te resultarán más sencillo de hacer. Si has seguido este taller al completo y realizado los ejercicios, ya se han convertido en hábito muchas cosas y habrás empezado a notar mejoras. Ahora, con estos momentos de desconexión, estarás completando todo un círculo de bienestar, respeto y amor que se notará en tu calidad de vida y en la relación con tus hijos. 

Con el autocuidado hemos llegado al final de taller. Ana ha realizado paralelamente este ejercicio pero hoy nos cuenta más trucos para no olvidarnos de nosotros mismos...¡Cómo se nota que se está formando como coach de familia! Aquí te dejo su artículo.
Espero de corazón que te hayan resultado útiles los ejercicios del taller. Sé que a cada persona les habrá resultado más revelador un ejercicio que otro, que algunas empezaron el taller con el objetivo de dejar de gritar, otras para obtener pautas sobre el tema, pero seguro que cada persona ha encontrado alguno de estos ejercicios más revelador que otro. ¿Cual ha sido el tuyo?
Ha sido un taller, como habrás podido comprobar, muy centrado en ti, en la madre o el padre, porque en todo momento mi objetivo era buscar tu bienestar puesto que sé que si tu estás bien tus hijos están bien.
Todo lo que hemos hecho tiene beneficios colaterales y seguro que a tus hijos les ha gustado los ejercicios, pero recuerda: Tú eres lo más importante y siempre que quieras cambiar algo, tienes la gran suerte de que ese cambio empieza en ti, por lo tanto es posible. Buscar el cambio en los demás no es posible y es desesperanzador, puesto que la única persona en el mundo que podemos cambiar es "a nosotros mismo".

Muchas gracias por acompañarme durante este taller, en el que yo también he aprendido mucho sólo por poner por escrito estas cosas que son tan importantes. 
Muchas gracias por dejar comentarios públicos en el blog y muchas gracias por todas las veces que has compartido los ejercicios. Todo esto me ayuda a poder continuar con la labor y el objetivo del blog.
   

Muchas, muchas ¡gracias!



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