En estas navidades es muy normal que se regalen juguetes que estén conectados a la red wifi ya que son los preferidos por los niños, pero como adultos tenemos que tener en cuenta que estos artículos, con unos pasos muy fáciles de realizar, es posible tomar el control de los juguetes para hablar con los menores y grabar sus conversaciones sin ni siquiera tener acceso físico al producto.
Uno puede conectarse desde el móvil vía wifi o bluetooth, a 20 metros de distancia, sin activar nada en los artículos para que se emparejen los dispositivos y con solo elegir un nombre que resulta previsible y está sin codificar. Es por eso, que el problema de los juguetes conectados a Internet es el mismo que presentan millones de artículos del llamado internet de las cosas, cualquier dispositivo que se conecte a internet es objetivo de la industria de la ciberdelincuencia.
Medidas de protección
Que el ataque tenga éxito o no, dependerá al final de si el aparato está o no protegido. La mejor seguridad en estos tipos de juguetes está en el tejado de los fabricantes, que deben incorporar la protección y la seguridad al diseño de sus artículos y resolver rápidamente con actualizaciones los problemas que se vayan detectando
La firma Sophos Iberia, especializada en seguridad de redes, aconseja a los padres adoptar algunas medidas para aumentar el nivel de seguridad de los juguetes o de cualquier otro dispositivo conectado internet:
Conocer cómo interactúa el juguete con internet, su configuración y opciones de privacidad
Cambiar las contraseñas predeterminadas
Controlar el perfil de usuario del niño y quiénes son sus amigos virtuales
Revisar los chats
Controlar la edad recomendada, también en los juegos de móvil
Configurar los medios de pago para que haya que facilitar una contraseña (que no conoce el niño) al confirmar un pago
Mantener actualizado el software para que incorpore los parches de seguridad tan pronto estén disponibles
Recordar que cualquier aparato conectado a internet es susceptible de ser hackeado
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