Siempre he creído en la diversidad y en la libertad de elección. Cuando Lucas era pequeño tuve unas cuantas broncas con mi padre (hasta los 2 años y medio tuvimos que vivir en su casa, cosa que agradezco, pero chocamos bastante). Recuerdo discutir porque Lucas quería una muñeca, un cepillo para barrer y algún otro juguete “de niña” y mi padre enfadarse porque esas cosas no eran para niños…en fin, que él tuvo sus juguetes a pesar de la oposición del abuelo. Y fue creciendo y teniendo sus gustos y aficiones. Llevado por la sociedad, nunca ha consentido que le compre una camiseta rosa, por más que le he dicho que es un color que le favorece, pero claro, con 13 años, ya no se me ocurre comprarle ropa, toda la elige él.
Con Sara, más o menos lo mismo. Confieso que antes de nacer no quería cosas rosas, pero luego caí. No porque crea que el rosa es de niñas, sino porque encontraba ropa preciosa de ese color. Claro que también tiene ropa de todos los colores del arcoíris. Y juguetes. Ha jugado y juega con lo que más le interesa. Las cosas “de niño” de Lucas están por casa y ella disfruta con los coches, con alguna pistola, con gafas de espía, con los legos, con las peonzas, igual que juega con alguna muñeca, con una fregona (que le regaló mi suegra, pues ese tipo de juguetes a mí sí que no me gusta), con sus cuentos y con la plastilina y las acuarelas. En ese respecto no le pongo límites, su taza favorita es la de Spiderman, que combina con una de Frozen. Puede ver una peli de princesas y al momento siguiente pedirme que le ponga Los Increíbles.
En una tienda de ropa que frecuento, siempre hay estanterías dedicadas al personaje de dibujos del momento, pero siguiendo los estereotipos del sexo. En la zona de niñas hay ropa rosa de Ana y Elsa. En la de los niños, con suerte, encontramos algo de Olaf. Todos los superhéroes están en la ropa de niños. Pues mi hija ha querido un pijama azul de Olaf y ahora quiere una camiseta de los vengadores. ¡Qué manía con etiquetar las cosas para niñas y niños!
Y ahora mi disgusto. El otro día entré en el súper del barrio. Y me encontré con esto.
¡Estantería para niñas! Pero bueno, vale que hagan una estantería rosa. Y ya puestos, que hagan una igual azul. Y que las hagan amarillas y verdes, para que cada uno elija lo que quiera. Pero ponerle directamente la etiqueta de para niñas me parece tremendamente sexista. Así que he escrito al supermercado en cuestión, a ver si me responden. En su publicidad, anuncian el producto como estantería infantil y al leer la descripción pone que es en tonos rosas. Pero cuando llegas al supermercado, lo que te encuentras en la caja es estantería infantil para niñas.
¡Basta ya de discriminación sexual!