Las casitas de juego y su relación con el vínculo materno

A partir de los 2 años a los niños/as les encanta jugar debajo de la mesa o en una casita. Es una necesidad universal de la infancia que tarde o temprano acaba apareciendo, muchas veces aparece  junto al juego simbólico.

Esto es algo que estamos viviendo estos meses con mi hijo/a y que me resulta fascinante.

¿Por qué el niño/a pequeño busca refugios o casitas para meterse?

El hecho de buscar un rincón más pequeño y protegido para el juego pone de manifiesto su necesidad de poner límites, y a su vez de entrar en contacto consigo mismo.

El niño/a busca para ello un espacio reducido, adaptado a su talla, en el que pueda meterse y a la vez pueda moverse y manipular sus juguetes, sintiéndose seguro y confortable.

Las casas de juego permiten esos momentos de intimidad, en los que los niños/as se sienten protegidos y a la vez conectan con sí mismos y sus sensaciones.

Las casas de juego en la pedagogía Waldorf

En los jardines de infancia Waldorf se tiene muy en cuenta la importancia de tener espacios contrastados, espacios abiertos, libres, expansivos y por otro lado espacios más cerrados, en los que haya juego de luminosidad y más oscuridad, techos bajos y techos altos, todo pensado para estimular un juego libre y saludable.

Por eso las casitas y las cabañas siempre están presentes.

Es más, y esto es algo que me parece muy interesante, desde un punto de vista de medicina antroposófica, que los niños/as jueguen en casitas y cabañas es algo verdaderamente importante especialmente a partir de los 3 años, cuando comienza a nacer el “yo” (el niño/a comienza a referirse a sí mismo como “yo”),  ya que con este juego de alguna manera está emulando la protección prenatal del vientre de la madre, y a su vez la protección del mundo espiritual de donde proviene.

De ahí que muchos terapeutas infantiles y/o psicomotricistas tengan muy en cuenta y observen en sala cuando  un niño/a entra en una casita o refugio, cómo es su juego, qué expresa,



Sin duda una casa de juego es una opción que tiene que estar a disposición de nuestros pequeños.

Y para crear una en el interior del hogar no hacen falta muchas cosas, con unas simples telas, una mesa o sillas, es posible ayudarles a crear una casa o cabaña fácilmente o bien buscando alguna estructura tipo tipi o las de madera Waldorf que son tan versátiles.

A partir de los 5-6 años ellos mismos ya podrán crear sus propias cabañas.

Y si tenemos zona de juego exterior, el rincón de la casita de juego cobra también la misma importancia.

Nuestra casita de juego de exterior

Dentro de casa tenemos una casita Waldorf (que ya te presenté en este post), pero desde que mi hijo cumplió los dos años y medio y comenzamos a observar esta necesidad, hemos estado buscando opciones para crearle una casita de juegos en nuestra terraza y no acabábamos de encontrar nada que fuese apropiado, para estar en el exterior, que fuese de calidad, duradero y no muy disparado de precio.

Esta opción nos llegó inesperadamente de la mano de Wickey, que cuando se pusieron en contacto conmigo y descubrí su catálogo nos enamoramos enseguida de su casita XXL, ya que está especialmente diseñada y muy pensadas para los niños/as.

Además nos llegó en pleno confinamiento, lo cual fue un verdadero regalo para todos pues disfrutamos mucho del montaje en familia, y ahora es un imprescindible en el juego de exterior.



El montaje de la casita fue bastante fácil y divertido, siguiendo el folleto de instrucciones, fuimos colocando y atornillando todas las maderas y en dos tardes pudimos ya tenerla acabada.



















Por dentro es muy amplia, yo misma puedo estar completamente de pie en el interior, e instalamos un teléfono, unas cortinas de vinilo (ambos complementos disponibles en la web de Wickey), unos farolillos solares y una cocinita de experimentación de exterior que ya teníamos de antes y donde  vamos poniendo diferentes materiales para jugar y experimentar.



A mi hijo le encanta su casita, y  juega todos los días, llueva o haga sol. Cuando llueve es especialmente divertido ya que en el interior está completamente refugiado.

Además por sus amplias dimensiones puede utilizarse perfectamente hasta los 7-8 años, aunque Sunflower va a cumplir 10 y también juega mucho con su hermano en ella.

Te dejo algunas fotos para que puedas verla mejor.











Sobre Wickey  es una empresa alemana especializada en juego exterior y columpios para niños de gran calidad. Si te pasas por su web podrás ver un amplio catálogo de posibilidades tanto para zonas de jardín y terrazas más reducidas como zonas públicas.

Este post ha sido una colaboración sin remuneración. Todo lo que comparto y publico, como sabes siempre va muy en la línea de nuestro estilo de vida consciente y mirada educativa de inspiración Waldorf.

El juego es la vivencia pura de la experiencia, pero también implica forma y estructura.

Philipp Rubke Tweet