Nadie dijo que fuera fácil decir adiós, tampoco que fuera fácil desprenderse físicamente de las personas, pero hay ciclos que se cumplen y desgraciadamente hay ciclos que se cierran para toda la vida, por eso, llorar es bueno.
Siempre he pensado que las lágrimas son el jabón que lava el corazón, son la paz para tu alma y el descanso para que tus ojos pueden cerrarse durante la noche al dormir.
Reconozco que también hay lágrimas de felicidad donde las emociones son muy intensas y puedes disfrutar el triunfo de los demás principalmente de los que más quieres en mi caso de mis hijos, siempre me han regalado lágrimas de felicidad y de orgullo.
Pero también ciertamente las lágrimas generalmente son de tristeza, en mi caso de nostalgia, mucha por mi mamá, por mi Abuela, por mi tía Laura, por mi tío gruñón Javier, por mi querida tía Norma, son vacíos tan grandes que creo que nunca voy a poder llenar, hay momentos en que se necesitan los abrazos de las personas que no están contigo y de verdad en estos días he necesitado mucho el abrazo de mi mamá ,de mi abuela, escuchar sus voces, tristemente ya casi no las recuerdo, por ahí he leído que ojalá existiera un teléfono para marcar al cielo ojalá se pudiera para poder aminorar un poco la pena que hoy me embarga.
A los 40 estoy convencida que llorar es bueno para desahogarse, pero sentir un abrazo de las personas que ya no están, aunque sé que es imposible, sería increíble poder vivirlo.