Los abuelos son figuras a las que desde muy pequeños respetamos e incluso admiramos. Cuando somos niños no somos conscientes del proceso de envejecimiento ni mucho menos de lo que este conlleva. El alzheimer y otras demencias son enfermedades muy difíciles de entender para unos niños de los cuales sus abuelos a veces dejan de recordar.
Es común que los adultos, por proteger a los niños, tendamos a ocultar la enfermedad, pero es importante que sean conscientes de lo que ocurre. Explicarles la situación con claridad les ayudará a comprenderlos y que mejor forma de hacerlo que con la literatura, el arma más poderosa.
El hada de los susurros de Lorena Rodríguez Rubio.
Es un libro cargado de encanto y ternura que cuenta la historia de una niña que descubre que su abuelo tiene Alzheimer. Su abuelo le contó durante las vacaciones de verano muchas historias que atesoraba de toda su vida, cargada de experiencias y conocimientos.
Con este libro podemos hacer entender a los niños que es esa enfermedad y cómo afecta.
También permite que los niños valoren los momentos que pasan con sus abuelos y todo lo que estos les pueden aportar por todo lo que han vivido.
El jardín del abuelo de Lane Smith
Lo califican como un cuento enigmático. En él, un abuelo que no puede explicar la vida tan brillante que llevó, hace figuras con los setos de su jardín para explicar las aventuras de su vida pasada. Bonito y conmovedor.
Un homenaje, desde mi punto de vista, a todos los abuelos/as, piezas clave en nuestra familia. Para mí, verdaderamente especiales. Es un cuento muy bonito en el que se trabaja principalmente: la memoria y el olvido, la importancia de la historia personal, la figura de los abuelos/as como parte de nuestra historia.
La abuela necesita mimitos de Ana Bergua y Carmen Sala.
Un cuento lleno de sensibilidad sobre el valor del amor y la ternura, especialmente de los nietos, ante la vejez y las enfermedades degenerativas.
El libro pretende fomentar el respeto hacia las personas mayores y ayudar a los más pequeños a ver el envejecimiento y los procesos de deterioro mental asociados como algo natural y, a menudo, inevitable.
Además de exponer algunas acciones recomendadas para estimular la memoria, las autoras proponen un remedio infalible para apaciguar los procesos degenerativos: amor, ternura y muchos besitos.
El zorro que perdió la memoria de Martin Baltscheit
En el cuento infantil se nos enseña cómo el zorro es, primero, algo olvidadizo, hasta que acaba por olvidar incluso que es un zorro. La memoria es un sistema complejo que nos juega malas pasadas, como los animales que siempre han huido del zorro, del que ahora se mofan.Un cuento para aprender cómo, cuando ya no nos quedan prejuicios ni ninguna barrera, la vida la vivimos sintiéndola a cada instante. Es probablemente este aspecto el que conecta a los más pequeños con los mayores: el desconocimiento con el que se encaran las situaciones.
Los despistes del abuelo Pedro de Marta Zafrilla
Mi abuelo Pedro está un poco despistado: mete el pollo en la lavadora, confunde toallas con servilletas, guantes con calcetines, ¡y hasta se olvida muchas veces de mi nombre!
La pérdida de memoria afecta a un gran número de ancianos. El cariño y la comprensión son la mejor manera de sobrellevar esta dolencia. ¿Qué mejor apoyo que la ayuda de un nieto travieso? En Los despistes del abuelo Pedro la enfermedad es enfocada desde el sentido del humor pues, ante los obstáculos, la mejor compañía es siempre una sonrisa.
Guillermo Jorge Manuel José de Men Fox.
Guillermo Jorge Manuel José vive al lado de una residencia para ancianos. Cuando descubre que la señora Ana Josefina Rosa Isabel, que tiene un nombre tan largo como el suyo, ha perdido la memoria, emprende una búsqueda para recuperar los recuerdos de su amiga.
Un libro inolvidable de Mem Fox y Julie Vivas, destacadas figuras de la sobresaliente literatura infantil australiana.