Buenos días,
¿Qué tal se han portado el Papá Noel y los Reyes con vosotros? ¡Espero que bien!
Hoy os quiero hablar de un tema que hemos comentado en varias ocasiones el pasado mes de Diciembre con otros padres y madres: los niños y las nuevas tecnologías, y/o vídeos juegos.
Para los/las que no lo saben, tengo un hijo de 5 años, y teníamos previsto regalarle una tableta para las Navidades. Y al final no lo hicimos, y ahora pienso ?Menos Mal?.
Yo tengo una tableta, que dejo a su padre para ver el fútbol en Yomvi, y a mi hijo, para jugar ocasionalmente.
Pero es que Diego empieza, y no para. Podría pasar horas y horas jugando. Y luego siempre acabamos enfadándonos porque siempre hay una razón para no dejar la tableta: no he jugado a tal juego, no he acabado la partida, solo un poco más, etc.
¿Les pasa lo mismo a vuestros hijos?
No me la pide durante la semana porque sabe que es solo para el finde, y a veces tampoco se acuerda, pero es empezar y no parar.
¿Cómo lo hacéis vosotros? Por ejemplo: ¿tenéis control de horarios con las tabletas y vídeos juegos?
En casa, tampoco tenemos consolas de vídeos juegos, yo de momento me niego rotundamente, aunque cuando era estudiante siempre jugaba a la ?Play?. Y me gustaba mucho.
Pero es que los veo tan pequeño, ya sé que hay juegos educativos, etc? pero Diego siempre acaba por jugar a Angry bird, o otras cosas del estilo.
Yo lo que hago de momento es poner horarios como os comentaba, y un tiempo de juego, que casi siempre se supera, pero hay que trabajar en ello. Igual lo bueno sería proponer otra actividad un vez que se acabe el juego...
Pero, tengo un punto en mi favor, es que la tableta es ?MÍA?, (mi tesorrrrro.... como dijo aquél), y parece ser que lo respetan (tanto el padre como el hijo, jejeje).
No creo que los vídeos juegos sean malos. Son muy buenos, sobre todo para los padres, jajajaja ¿Qué paz y qué tranquilidad cuando están jugando, verdad? ¡Venga, decid la verdad!
¿Queréis compartir con nosotros vuestra experiencia en la materia?
¡Que tengo mucha curiosidad!
Un besito,
Anne