Los niños y las niñas tienen derecho a desarrollar su potencial creativo desde los primeros momentos de su vida, cuyas bases se asientan en la sensibilidad y la capacidad de expresión, y la escuela tiene la responsabilidad de proporcionarles la oportunidad de que lo hagan.
Propongo como objetivo global hacer emerger y encauzar las potencialidades artísticas innatas que tienen todas las personas, sin olvidar la influencia de la música, el teatro, el movimiento y la plástica en el desarrollo global del niño. Siendo el encuentro entre las artes el que facilitará un desarrollo equilibrado tanto a nivel corporal, afectivo como social. Permitiendo el desarrollo del máximo potencial personal e influyendo directamente sobre su lecto-escritura, ritmo, capacidad de comunicación, coordinación, pensamiento lógico y matemático y memoria pero no solo facilitará desarrollar al máximo estas áreas sino también posibilitará su trabajo en grupo, crear y relacionarse mas libremente, recordar visual y auditivamente, expresar emociones, sensaciones y estados de ánimo.
Un amigo me dio a conocer la obra de la artista María Platero, fue nuestro motor para relacionar la mediciones que estábamos realizando en clase con una expresión más poética. Las reglas de la naturaleza nos invitaron a seguir explorando el entorno desde un juego de escalas. Servidos de las nuevas tecnologías los niños pedían aquello que querían medir, el sol, las nubes, los arboles, los bichos, etc.