Hoy hablaremos sobre las metáforas como recurso junto al cuentacuentos para ayudar a los niños a comprender los sentimientos (propios y ajenos) posibilitando un cambio de conducta.
¿Qué son las metáforas?
La metáfora es una figura retórica en la que se establece una relación de semejanza entre 2 términos y alguna característica o cualidad que existe entre ambas, es como cuando hablamos en doble sentido. En la metáfora hacemos referencia poética a esa característica que queremos resaltar y decimos lo mismo pero de forma más bella.
La metáfora la podemos definir como una comparación entre dos términos que aparentemente no guardan relación alguna. Los términos de la metáfora son diferentes, están en diferentes planos y el segundo es el que viene a explicar el tenor de la comparación. Éste tiene un contexto diferente y esa diversidad es lo que forma esta figura literaria, que emplean mucho los escritores en sus poemas y novelas. (Exemplode)
El término “metáfora” viene del vocabulario griego y significa “más allá”. Parece que los términos de la metáfora no tienen relación, pero es muy importante ésta para que se entienda la relación. (Exemplode)
Las Metáforas Terapéuticas
El uso de las metáforas ayuda, en un primer momento a crear el espacio terapéutico, lugar de encuentro entre familia y el terapeuta. Durante el tratamiento, su uso, facilita el acceso a puntos conflictivos y dolorosos de forma no intrusiva, no amenazante. Reactiva y amplifica los distintos significados dados al síntoma en la comunicación familiar.
El lenguaje metafórico es un puente entre lo simbólico y lo real, entre el terapeuta y la familia, entre los distintos miembros de la familia. Su utilización ofrece un espacio simbólico que agilizar procesos de elaboración del síntoma, allí conde la palabra no puede llegar.
Sobre las Metáforas Terapéuticas José Antônio García Higuera – Artigo: Las Metáforas en la terapia de aceptación y compromiso) nos enseña que:
La metáfora transmite al paciente una experiencia cercana, ajustada a su problema y le plantea una alternativa de solución del problema que está viviendo más de acuerdo con sus valores. Una de las grandes ventajas de las metáforas es que permiten al paciente llegar a sus propias conclusiones sin que tenga que ser dirigido directamente por el terapeuta. Por tanto, no son las reglas establecidas por éste las que dirigen el cambio en su conducta, sino que lo decide el propio paciente (Monestes y Villatte, 2008)
Una metáfora terapéutica es una metáfora que facilita al paciente un cambio terapéutico. El paciente puede requerir modificaciones en el planteamiento de su `problema y/o en el camino que sigue para resolverlo. Al emplear una metáfora, el terapeuta pone de relieve en qué consisten esos cambios sin decirlos literalmente; sino que lo hace a través de la sugerencia de una comparación con una experiencia vivida (real o vicariamente) por el paciente. Así, una metáfora terapéutica presenta al paciente una experiencia conocida o, mejor aún, vivida por él, que se asocia con el problema que presenta y ofrece una solución al mismo. Al escucharla, entenderla y revivirla, se produce un cambio en su conducta. Con esta definición, la metáfora terapéutica puede consistir en una sola palabra o en una la narración de una historia.
Para que una metáfora sea eficaz es conveniente que cumpla las siguientes condiciones:
Que sea consistente con el grado de desarrollo del paciente. El paciente tiene que entenderla, para lo que tiene que referirse a su experiencia directa o al conocimiento común en la sociedad y en su edad (McCurry y Hayes, 1992).
El paciente se tiene que ver reflejado en ella e identificado con alguno o algunos de los personajes que aparecen en la narración.
Tiene que establecer una correspondencia clara entre el problema del paciente y la experiencia que narra.
Tiene que tener una estructura de acción de forma que los pasos que tiene que dar el paciente para cambiar su comportamiento estén reflejados claramente en la metáfora.
La metáfora ofrece una solución al problema, de esta forma el paciente accede a un comportamiento que no había visto antes y que reinterpreta o resuelve su problema.
De esta forma, si cambia su conducta, lo hará por haber tenido una experiencia y no por una petición del terapeuta y para complacerle.
Metáforas, Cuentos y Cuentacuentos.
Por lo general, los cuentos son metáforas. Es importante aclarar que estoy utilizando cuento como categoría general, entendiéndose dentro desta categoría los cuentos modernos; cuentos de hadas o maravillosos, leyendas, fábulas, parábolas etc. Cuando se decida utilizar una metáfora dentro del marco de una terapia (siempre realizada por un profesional capacitado), o por profesionales de la educación, es importante buscar comprender su sentido intrínseco y su alcance.
José Antônio García Higuera también hace hincapié en la importancia de dotar la metáfora de una imagen (real o imaginaria):
No solamente es válida la frase de que una imagen vale más que mil palabras, sino que hay que tener en cuenta que para que una metáfora tenga éxito tiene, como mínimo, que ser recordada (McCurry y Hayes, 1992). Es en este punto en el que buenas ilustraciones pueden jugar un papel fundamental porque, como dice Eduardo Punset: “Las últimas investigaciones aclaran que la imagen cuenta como instrumento de permanencia o duración de la memoria. Sin imagen es difícil que algo se asiente en la memoria a largo plazo.” (http://www.eduardpunset.es/120/general/el-poder-de-las-imagenes diciembre, 2010).
Para que mejor se comprenda todo lo que he dicho hasta el momento, utilizaré como ejemplo uno de los talleres que realizo. Se trata del “Taller de las Emociones con Carlota”, preparado con base en mi cuento “Carlota no quiere hablar”, el cual posee muchas metáforas para explicar los sentimentos (para comprender el enfoque del taller te recomiendo que entres aqui para conocer un poco más sobre el cuento).
Taller de las Emociones con Carlota
El objetivo del taller es que los niños y niñas comprendan el efecto de las emociones, para que puedan identificarlas en el mismo momento que ocurren, tanto en ellos como en otras personas. También aprenderán la importancia de hablar sobre sus sentimientos y expresarlos correctamente, además de recibir algunas herramientas para gestionarlos.
El taller está formado por tres partes (en todas utilizamos metáforas)
1 . Introducción: El globo, la piedra y la caja
Antes de empezar el cuentacuentos hago una introducción bastante gráfica, utilizando un globo, una piedra y una caja. Los niños y niñas se divierten mucho, al tiempo que consigo conectar con ellos, estableciendo una relación de confianza. Para que puedas comprender porque utilizo estos tres elementos en la introducción, aclaro que el cuento empieza con una metáfora para explicar el problema que enfrenta la protagonista: “A Carlota le cuesta hablar de lo que siente. Ha guardado tantos sentimientos en su interior, que se siente inflada como un globo y pesada como una gran roca.”
Para que los niños puedan comprender mejor el sentido de la metáfora, no basta con enseñarles la imagen del cuento, por eso preparo un momento de experimentación. Empiezo llenando el globo mientras hablo con ellos, preguntándoles si les parece que ya está suficientemente lleno. Algunos me dicen que pare llenar el globo, pero sigo hasta que estalle. Ellos se asustan y se ríen mucho. Entonces les digo: ¡Mira por donde! Es esto que pasa cuando llenamos un globo con demasiado aire. – Y después sigo con la caja.
Se trata de una caja de zapatos sencillamente decorada con goma EVA. En su parte superior (tapa) hay un corazón con un hueco en el centro, por donde los niños pueden meter sus manos. Dentro de la caja pongo una piedra pesada. La caja simboliza el corazón y la piedra simboliza los sentimientos que vamos guardando sin expresarlos. Primero pido a cada niño y niña que coja la caja en sus manos, y pregunto si está pesada, o leve. También les hago otras preguntas mientras la caja va pasando entre ellos, como: ¿Qué os parece caminar durante horas cargando esta caja? Después los niños empiezan a introducir sus manos en la caja para tocar lo que hay en su interior. Les pregunto si lo que hay dentro es suave o áspero … si es agradable su tacto; y finalmente les pregunto ¿qué hay en la caja? Todos saben que es una piedra, así que abro la caja y les enseño la pesada piedra de su interior.
Durante este tiempo de introducción no explico el sentido de la metáfora, simplemente les permito crear imágenes mentales a través de la experimentación. Hago esto porque no quiero que mi conocimiento adulto, subyugue sus mentes infantiles. La idea es que el conocimiento empiece a despertarse dentro de ellos, de acuerdo a la edad y madurez de cada niño y niña.
Ahora que ya tenemos las bases para comprender las metáforas del cuento, empezamos el cuentacuentos.
2. Cuentacuentos: Carlota no quiere hablar.
Como ya mencioné, el cuento está lleno de metáforas que pueden ser comprendidas de forma experimental. Carlota no quiere hablar es un cuento interactivo, donde los niños participan activamente en el desarrollo de la historia. Es una experiencia muy significativa para ellos. Empiezo el cuentacuentos presentando el problema de Carlota: “A Carlota le cuesta hablar de lo que siente. Ha guardado tantos sentimientos en su interior, que se siente inflada como un globo y pesada como una gran roca.” ¿Qué os parece ayudarla? Para eso tenéis que hablar por Carlota, así que no vale estarse callado. ¿Estáis de acuerdo?
El cuento presenta cuatro problemas: 1) Carlota se ha molestado con un niño en el parque; 2) Carlota tiene problemas para dormir; 3) Carlota se ha molestado cuando llegó en el parque y encontró su amiga Julia jugando con otra niña; 4) Carlota no se siente bien, porque ha cogido la muñeca de Julia sin pedírselo. Presento cada problema y pregunto a los niños ¿qué creéis que siente Carlota? Después, les pregunto ¿Qué debe hacer Carlota para sentirse mejor? Para cada pregunta, el cuento presenta dos opciones que los niños pueden elegir. Además, les propongo que piensen qué pasaría al elegir una o otra opción.
Ejemplo: Carlota no puede dormir. Hemos observado la ilustración y los niños han comprendido que lo que siente Carlota es miedo a dormir sola. Para solucionar su problema, hay dos opciones: 1) Quedarse despierta toda la noche; 2) Confiar en que papá y mamá la estarán cuidando y decidir dormir. Después les pregunto; ¿Qué pasaría si ella se quedara despierta toda la noche? ¿Como se sentiría al día siguiente? ¿Creéis que estaría bien para jugar o estudiar?
A los niños les gusta esta participación, así que cuando ya hemos hablado de todo esto, pasamos a ver qué a decidido Carlota. Los niños tienen mucha ilusión de saber si Carlota les ha echo caso o no, y se ponen muy contentos cuando perciben que ella a seguido el consejo de ellos.
Es ahora cuando introducimos otras metáforas para explicar los sentimientos que estamos tratando. Abajo podrás ver todas las metáforas que tratamos en el cuento.
Terminamos el cuentacuentos dando las gracias a los niños por haber ayudado a Carlota a resolver su problema, porque gracias a ellos “Carlota ya puede hablar”. Es una experiencia maravillosa donde observo que Carlota conquista el corazón de los niños y les ayuda a comprender un poco más sobre los sentimientos.
Ahora os dejo las metáforas que hay en el cuento:
3. Ejercicio de conocimiento y gestión de los sentimientos: El Semáforo
Los niños vivenciaron la historia juntamente con la protagonista, participando activamente en el cuentacuentos, y ahora ya comprenden la importancia de expresar sus sentimientos, además de saber identificar los sentimientos presentados en el cuento.
Ahora llegó el momento de ayudarles a comprender la importancia de gestionar los sus sentimientos: Para ello utilizaremos la Metáfora del Semáforo, que es una técnica para aprender a identificar la intensidad del sentimiento en el momento que se está sintiendo, además de aprender a gestionarlo. Dependiendo del tiempo que dispongo también utilizo la Metáfora del Volcán (esta como introducción a la primera). Ahora explico como lo hago:
Les enseño a los niños el semáforo que he preparado y les pregunto si saben que es. Todos los niños saben que es un semáforo y comprenden como funcionan, así que ellos mismo me explican para que sirve un semáforo. Después les comento que los semáforos fueron creados para controlar el tránsito; así es, porque hay coches que van demasiado rápido por la calle, y si no se les pone freno pueden hacer demasiado daño. Un coche descontrolado por la calle puede hacer daño, tanto a la persona que lo conduce, cuanto a a las personas que se encuentra por el camino. ¡Qué desastre! ¡Qué peligro es un coche descontrolado!
Con los sentimientos ocurre lo mismo. Un sentimiento descontrolado puede hacer demasiado daño. Imagine que te molesta un niño en el parque, y por ello empieza a surgir dentro de ti unas ganas de pegarle. Es como un volcán en erupción hirviendo dentro de ti. Sientes que las lavas empiezan a crecer y crecer… si no haces nada para tranquilizarte, el volcán de la ira explotará. Cuando te sientes así, RECUERDA el SEMÁFORO, y pisa el freno, tienes la SEÑAL ROJA (PARAR). No sigas adelante, PARA lo que estás haciendo… respira hondo y cuenta de 5..4…3..2…1. Ahora que ya estás parado, vamos pasar a la SEÑAL AMARILLA (PENSAR), debes pensar qué hacer. A lo mejor tienes ganas de pegar a quién te ofendió; pero piénsalo ¿Si le pegas te sentirás mejor? ¿Como se sentirá la otra persona? ¿Qué otra cosa podrías hacer? ¿Decirle como te sientes? ¿Perdonarle? Ya hemos pensado en las posibles salidas que tenemos, ahora llego el momento de tomar una decisión, y la SEÑAL VERDE (HACER) nos dice que debemos seguir adelante. HAGAMOS lo que es mejor para nosotros y para los demás.
Aún que parezca un poco extenso e incluso complicado, en la práctica es muy sencillo y los niños lo comprenden muy bien, además lo disfrutan muchísimo. Para terminar cada niño hace su propio Semáforo y lo lleva a casa.
Si aún nos hay tiempo, jugamos al Parchís de las Emociones, para poner en práctica lo que hemos aprendido.
Hoy hemos hablado sobre las metáforas y su importancia en la terapia y también en la educación emocional. Si te ha gustado lo que has visto aquí, y quieres conocer más sobre educación emocional a través de los cuentos, tengo un Proyecto muy interesante que te puede ser de ayuda (en el proyecto encontrarás el material de apoyo para hacer el taller de emociones).
Se trata del Proyecto de Educación Emocional con Carlota, el cual está formado por una parte teórica (donde explico sobre la cuentoterapia y su aplicación en la educación emocional) y una parte teórico-práctica, formada por una serie de materiales didácticos y sus respectivas explicaciones (juegos, fichas, ejercicios etc.). Para conseguir el Proyecto solo tienes que rellenar el formulario abajo, y te lo enviaré en pdf, de forma completamente GRATUITA.
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