Nelia Barletta y Elizabeth Puig rodeadas de niños de la
Fundación Abriendo Caminos en Cristo Rey.
Mi hermano King y yo regresábamos de la escuela y nos llamaron la atención las ciguas palmeras en su nido, construido en lo alto de una hermosa palma. Parecía que festejaban algo. Nos miramos cómplices y contagiados, corrimos en círculos alrededor de la palmera. King llamó al nido “Condominio Pajarito”. Entonces no sabíamos que eran aves solidarias, que en aquel enorme nido habitaban otras aves, además de las dueñas o constructoras ciguas palmeras; ni que con el tiempo, serían consideradas el ave nacional de la República Dominicana.
A King y a mí no nos enseñaron en la escuela la cantidad de aves endémicas de esta isla. Su diversidad ni características. Se limitaron a decirnos que pertenecen al reino animal, que vuelan y que tienen plumas. La palabra biodiversidad no existía en nuestro mundo. La palabra endémica, tampoco.
Nelia Barleta, autora de Cata y Lina, la nube de aves
En la pasada Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil -FILIJ 2022- la escritora Nelia Barletta estaba en persona frente a la presentación y venta de sus libros escritos para niños, para los cuales ha creado un sello editorial; Libros Ámbar y sabemos que la venta de los mismos va destinada a la Fundación Abriendo Caminos que está en Cristo Rey, donde hemos acudido a compartir con los niños con la alegría de las ciguas palmeras.
E igual que las ciguas, Nelia ofrenda la venta de sus libros al fondo económico, pienso yo que es simbólico porque lo necesario para sostener la formidable obra de educar, dar apoyo psicosocial tanto a los niños como a sus familias y dar continuidad a ese programa de proyectos no es fácil ni un juego. Un poco de protección en medio de tanta precariedad. Un oasis en el desierto.
Nelia Barletta creó esta obra para los niños dominicanos y del mundo: CATA Y LINA, la nube de aves, en palabras de Elizabeth Puig: ...las protagonistas de este cuento son las ciguas palmeras y el mundo de las aves de nuestra isla. Gracias a la magia que permite el cuento infantil y a la sutilidad de la autora, el relato nos hace pasar sin gravedad ni pesadez de lo infinitamente pequeño a lo infinitamente grande. Estoy totalmente de acuerdo, porque esta obra es una lección que todo niño debe poseer en sí mismo.
¡Espera! ¿Yo hablando de lección? Sí. Casi siempre que hay una polémica surge el maniqueísmo y la gente tiende aver las cosas en blanco y negro, sin pensar en los colores intermedios y sus matices. Cuando defendemos que la literatura no se hizo para dar lecciones (didactismo), no significa que la literatura no enseñe. Mucho hemos dicho que la literatura debe ser el apoyo de todas las demás ciencias cuando se trata de llevar al espíritu de un ser en formación un mensaje. Pero esa información no se puede dar al azar. Ese mensaje no puede ser explícito ni obvio. Esa es la magia de la literatura. Va educando, formando con una llave o clave que depende de la conexión del lector con el libro. A poseer esa llave aspiramos los escritores o debemos aspirar.
Después de leer la obra, puedo decir que Nelia Barletta no escribe por escribir; que observando su trayectoria y confirmado por ella misma, su afán es transmitir amor por las letras y el idioma (estudió Literatura Latinoamericana en Barnard College, en la Universidad de Columbia), entusiasmo por la lectura y sembrar en sus pequeños lectores el amor propio unido al sentimiento de pertenencia al valorar a la República Dominicana y todo lo que ella ofrece de hermoso, único y endémico.
Señores, eso es una enorme contribución con la identidad nacional. Una semilla de autovaloración de la que carecen los menos favorecidos porque cuando uno sabe quién es y para lo que vale, no hay fuerza ni obstáculo que pueda interponerse, ni hay yola o ilusión de otra vida que no sea aquí y ahora para construir lo que vendrá. Y pésele a quien le pese: ESTE ES EL MEJOR PAÍS DEL MUNDO.
Yo hago reconocimiento a Nelia Barletta y uno su nombre (salvadas sus originalidades), con el de Lucía Amelia Cabral (pionera), María Teresa Ruíz de Catrain, María Amalia León, Maritza Florentino, Carmen Esteva de Marranzini, Virginia Read Escobal y doña Rosa Bonetti de Santana (que sin ser escritora conocida, sabe lo qué es literatura), porque son mujeres con una formación integral sólida y trascendente, llenas del amor por el país, por su gente y su preservación, tan inmensas que han logrado concretar proyectos literarios y artísticos que involucran a los seres en formación para continuar un legado que a muchos parece serle indiferente, pero que son el germen de la continuidad y la permanencia; del futuro en una sola palabra.
Adquiera CATA Y LINA, la nube de aves, una preciosa historia, necesaria que tiene todo lo que debe tener una obra para niños: divertida y educativa. Contribuya con su amor propio, su sentido patrio y su legado a su tierra natal:
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