Nuestra experiencia en Joy to the World Ifema

Este fin de semana visitamos el Pueblo de la Navidad en Madrid y os quería contar como ha sido nuestra experiencia en Joy to the World Ifema.

Tras las últimas navidades con muchas restricciones por el Covid-19, Madrid quería devolver la ilusión a los niños con este macroevento en el Recinto Ferial de Ifema. Ofertando un atractivo pueblo de la Navidad en un pabellón de 10.000 metros cuadros donde se puede disfrutar de diversas actividades en familia.

Os cuento como fue nuestro día, lo que os vais a encontrar allí, los pros y contras y si merece la pena la excursión.

Ocio y atracciones en Joy to the World

Espectáculos, un belén de grandes dimensiones y un solidario banco de alimentos es lo primero que os encontraréis en el pueblo de la navidad.

Tobogán de hielo


La mejor atracción o la más valorada tanto por nosotros como por las niñas, ha sido sin duda el tobogán de nieve sintética. No había que esperar mucha cola y pudimos deslizarnos en varias ocasiones. Incluso la pequeña de 22 meses pudo disfrutar de esta atracción.

Tren de la navidad
El tren de la navidad está enfocado a los más pequeños aunque también lo podéis disfrutar en familia. Destaca por su atractivo decorado, canciones navideñas y algún personaje móvil. No hay que esperar mucha cola y es un bonito circuito para los niños.

Carrusel


Justo enfrente está el Carrusel infantil. Un clásico en los parques temáticos donde las niñas montaron una y otra vez ya que no estaba muy concurrido. Los padres también podéis subir para acompañar a los menores mientras disfrutan de la atracción.

En realidad, los padres podéis disfrutar de todas las actividades que hay en el recinto.

Pista de hielo


Al lado del carrusel se encuentra la pista de patinaje sobre hielo sintético que, para mí gusto, deja mucho que desear. Es demasiado pequeña para la demanda que tiene y a mis hijas en particular, no les llamó la atención. Puede ser porque la mayor está en la escuela de patinaje artístico por lo que esperaba que al menos, la pista fuese de hielo.

Pero supongo que esto es más una opinión personal, ya que en general es una actividad bastante popular.

Talleres infantiles


Tallere infantiles. Hay un espacio reservado para realizar talleres con los más pequeños pero que aún permanece cerrado. En su lugar, tenéis un espacio frente al tobogán de nieve con pintacaras, globoflexia y unas mesas para dibujar o escribir la carta a Papá Noel.

Piscina con hielo artificial de espuma. Ubicada en una de las salas que componen el pueblo de la navidad y muy demandada entre niños de 3 a 5 años. El único fallo es que no hay control de aforo ni está supervisada por el personal del recinto.

Trineo de realidad virtual. Una actividad que tenía muy buena pinta y de las más demandadas en el recinto. Tanto es así, que nos fuimos con las ganas de probarla. Después de una hora y media sin apenas avanzar en la cola, decidimos continuar en otras atracciones.

Deberían añadir un par de trineos más de realidad virtual o sino, limitar la entrada solo a los niños, para que al menos ellos lo puedan disfrutar.



Y ahora viene la visita más esperada de todos los peques, el momento mágico de la navidad. Sentarse junto a Papá Noel para contarle en persona su lista de regalos. Después podéis depositar las cartas en algún buzón del parque para que inicien su viaje hasta el Polo Norte.

Para finalizar las atracciones temáticas, mencionamos la sala de instagramer y el photocall. Que además contaba con una gran bola de navidad donde las familias podían entrar para llevarse una foto de recuerdo.

La nuestra no la veréis porque nos pareció poco higiénico en los tiempos que corren. Entrar a una bola de plástico sin mascarilla ni ventilación, consideramos que no era lo más apropiado.

Gastronomía y compras de Navidad

En esta sección no hay mucho que comentar. Al igual que sucede en la mayoría de ferias enfocadas al sector infantil, la gastronomía deja mucho que desear. Comida rápida, mucho bocadillo, pizza y hamburguesas de baja calidad.

Hay un salón con mesas y bancos para comer, pero está bastante concurrido así que tenéis dos opciones, o hacéis eternas colas en los puestos de comida y os volvéis locos para conseguir una mesa, o si el tiempo os lo permite podéis salir del recinto y picar algo en la calle tranquilamente.

Está prohibido llevar comida al pabellón. Excepto el almuerzo de los bebés (potitos, papillas, etc).

Respecto a las compras, a día de hoy el 90% de las casetas están cerradas y se ve muy despoblado. Solo tienen cuatro puestos en funcionamiento. Puede que más adelante y de cara a la navidad se incorporen más comercios navideños.

Paseo de las luces Joy to the World

Paseo de las luces
Esta visita no se contempla en el precio de la entrada al pueblo de la navidad. Si queréis hacer el recorrido de las luces, tendréis que pagar una entrada a parte y solo se puede realizar en coche. El precio con vehículo propio es de 32€ (hasta 7 plazas) y si no disponéis de vehículo podéis alquilar un coche con conductor que os sale por unos 38€ aproximadamente.

Nosotros no hicimos el paseo de las luces. Nos pareció una actividad poco atractiva para las niñas y, por el precio que tiene, podemos organizar otra salida navideña más interesante para ellas.

En resumen, ¿merece la pena visitar Joy to the World? En mi opinión sí, siempre y cuando vayas con niños que puedan disfrutar de las actividades.

Creo que se podría mejorar la decoración navideña e incluir más animación para los peques. Así como la variedad de atracciones. Pero igualmente las niñas pasaron un día estupendo.

Espero que el artículo de hoy os sirva de ayuda. Si tenéis alguna duda, podéis dejar un comentario al final del post.

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