Por primera vez en un Spa

Nunca antes había pisado un spa. Mis idas y venidas a la peluquería, no han pasado de un corte, cepillado o una manicure y pedicure rápida, pero esporádicamente. Lo máximo que me he hecho han sido rayitos e hidratación con keratina una vez. That´s it.


Siempre que me he interesado por algún tratamiento, la pregunta de rigor -después del cuánto cuesta- era cuánto demora. Varias veces me he quedado con las ganas porque no contaba con más de 40 minutos para estar ahí.

Así que, como verán, la invitación de Diblú Salón & Spa me cayó a pelo. Me dije, ahora o nunca. Mi esposo aceptó que sea en sábado, porque los fines de semana tratamos de no comprometernos con nada.
Qué les puedo decir, como imaginé, vale la pena. Te relajas, te engríen y te sientes muy bien.
De Diblú me encantó que es súper espacioso. Ambientes separados para cada cosa. Otra cosa que me pareció muy buena es que la estación para mezclar el tinte está a la vista de todos. A mi mamá varias veces le han dado gato por liebre cuando se ha ido a teñir las canas, así que el hecho que puedas ver lo que están mezclando, da más tranquilidad.
 




Mezclando tintes
También me gustó que los tratamientos corporales, masajes, depilación, faciales y bronceado son en el segundo piso y a puerta cerrada. Harta privacidad. 



Los tratamientos que me hicieron fueron manicure, pedicure sentada en un sillón masajeador adictivo, facial con caviar -no saben lo rica que queda la piel-, exfoliación de cuero cabelludo y tratamiento reparador del cabello.



El control del masajeador en mis manos... jeje... :)


Lista para mi facial. Le conté a Karem, la cosmiatra, del accidente que tuve
y fue súper cuidadosa en lo que ponía. Mi piel quedó linda :)

Mis uñas están intactas hasta ahorita, eso que hago de todo en mi casa. Mi piel quedó súper tersa, fue lo máximo y mi cabello... eso merece un párrafo aparte.
Yo tengo todo un tema con mi cabello. Siempre me han encantado mis rulos pero hace tiempo que mi pelo estaba inmanejable. Creo que ha sido el verano con el sol, sal y cloro. Se sentía pajoso y poroso al tacto. El diagnóstico que me hizo Raúl -el experto- con una máquina exclusiva que tienen en el salón, solo confirmó lo que me temía. Cuero cabelludo con grasa y las hebras maltratadas: cabello hecho leña, buaaa.


Ese diagnóstico me parece genial, porque no se centran en lo estético sino que van más allá. Y de acuerdo a cómo esté tu cabello te recomiendan un tratamiento personalizado.
Después del mío, mi cabello era otro y la maquinita lo confirmó. Una maravilla. Pero debo seguir unas 3 veces más para que el resultado sea duradero. Así que después de las vacaciones del colegio me escaparé otra vez. Porque no sé por qué una se siente tan bien cuando el cabello está bonito.




Creo que ir a un spa, aunque sea de vez en cuando, vale la pena.
Les cuento que Diblú ha sacado unas promociones por el Día de la Madre que están súper.
Pack 1: Cepillado o planchado + maquillaje + depilación de cejas y bozo con hilo hindú a S/. 159.00
Pack 2: Tratamiento reparador Macadamia + cepillado express + manicure brasilera a S/. 90.00
Pack 3: Masaje relajante de 30 minutos + cepillado o planchado a S/. 75.00
Pack 4: Tinte completo + tratamiento reparador + peinado y corte a S/199.00
Y los pueden canjear hasta el 31 de mayo de 2015. Llamen al 627 5082 para más información.
#DibluSalonySpa

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