¿Por qué hablar sobre raza? Es posible que te lo estés preguntando, así que en el post de hoy te voy a explicar por qué, si tienes hijes afrodescendientes, la racialización debe estar incorporada en la educación que les dés en casa.
Es probable que pienses que no es necesario. Que tu peque vale un montón, es inteligente, amable, respeta a las personas y tiene unas muy buenas cualidades como persona; pero eso lo sabes tú, que le conoces. Sin embargo, de puertas para afuera y a los ojos de la mayoría de la sociedad (una sociedad predominantemente blanca, no lo olvides), las personas con las que se cruce van a tener una percepción totalmente diferente de la que tú tienes sobre tu hija o tu hijo.
En una sociedad utópica y post-racial, no tendríamos que estar hablando de esto, porque a las personas afrodescendientes o de cualesquiera otros orígenes, no se nos juzgaría por el color de nuestra piel. Lo de que la belleza está en el interior, como cantaba Bella en la película de Disney, es muy bonito, pero también muy ingenuo. Eso hace que, por más cualidades que yo tenga, en la calle la gente solo ve a una mujer negra más, y extrae sus propias conclusiones, basadas en sus prejuicios y estereotipos. Y esa gente incluye desde al policía que me puede parar aleatoriamente por la calle para pedirme la documentación, como a compañeros de clase o de trabajo, personas del vecindario y jefes o profesores.
Puesto que la raza es un factor importante que contribuye a todo tipo de decisiones con implicaciones de carácter social que van desde a quién detiene más la policía, como ya he dicho, hasta las oportunidades educativas y el rendimiento escolar en la infancia y la adolescencia, optar por no hablar de raza es ignorar un tema muy importante. Kimberle Williams Creenshaw decía “cuando no existe un nombre para un problema, no puedes ver ese problema. Y si no puedes verlo, difícilmente puedes resolverlo”.
Bien, hoy sabemos que ese problema se llama racismo, y para resolverlo, debemos nombrarlo y debemos enseñarles a nuestres peques las implicaciones que tiene en su vida. No es necesario hacerlo de sopetón. Se trata de una conversación que, una vez iniciada, habrá que ir teniendo con frecuencia, así que la podremos ir adaptando a la edad y el grado de comprensión de nuestra hija o hijo.
En el caso de peques afrodescendientes, favorecer las conversaciones sobre raza contribuye a un desarrollo identitario mucho más positivo que decirles “las razas no existen” y que luego salgan a la calle y les insulten por el color de su piel.
Por lo tanto, recuerda:
Para combatir el racismo, hay que nombrarlo.
Si tus hijes son afro, debes incluir la racialización en su educación.
Tratar el tema de la raza contribuye a un desarrollo identitario más beneficioso que no hacerlo.
Para aprender a incorporar la raza en la crianza, he diseñado el curso “Maternidades racializadas”. En este curso trataremos sobre la necesidades de hablar de raza, y también de otras cuestiones específicas implícitas en la crianza de hijes afrodescendientes.
El taller tendrá una duración de cuatro sesiones que empezarán el próximo 7 de octubre. Durante su transcurso, abordaremos temas relacionados con la educación antirracista, una cuestión obligatoria para nuestras familias, ya que es la clave para acompañar a nuestres hijes y a dotarles de los recursos que les enseñarán a gestionar el racismo con el que convivimos día tras día como personas afro.
Si eres consciente de la necesidad de raciliazar la crianza de tus hijes para que así puedas acompañarles en su desarrollo desde la seguridad y la confianza, te ofrezco la oportunidad de apuntarte a este taller en el que hablaremos de estrategias para maternar racializada, consciente y respetuosamente.
El taller constará de cuatro sesiones y te resultará útil si crías a peques afrodescendientes, independentemente de si tú lo eres o no. Tienes aquí el enlace con toda la información para que te apuntes. Te veo en el taller a partir del siete de octubre y, evidentemente, si te quedan dudas, estoy a tu entera disposición para resolverlas. Pregúntame lo que quieras; estaré muy feliz de poder ayudarte.