Tipos de Cefalea Y Migraña
Cefalea aguda
Las causas son numerosas, en su mayoría benignas. Usualmente se llega al diagnóstico mediante el interrogatorio y el examen físico completo. Ocasionalmente puede ser el síntoma inicial de una enfermedad grave que requiere un diagnóstico y tratamiento inmediato, o bien ser el primer episodio de una migraña. Siempre se debe considerar si el paciente está febril, su estado general y la presencia de signos de irritación meníngea o de foco neurológico.
Entre las causas a considerar se encuentran infecciones leves, sinusitis, meningitis, encefalitis, hemorragia subaracnoidea, crisis hipertensiva, traumatismo de cráneo, glaucoma, uveítis, primer episodio de migraña, malformación arterio-venosa, neuralgia occipital, intoxicación por monóxido de carbono.
Cefalea crónica progresiva
Los pacientes con este patrón de cefalea padecen un aumento gradual en la frecuencia y gravedad del dolor a lo largo del tiempo. Por las causas a las que se asocia es la forma de cefalea de peor pronóstico. Debe sospecharse una patología intracraneal tipo masa ocupante, especialmente cuando se acompaña de alteraciones del estado de conciencia, movimientos oculares anormales, edema de papila y trastornos en la coordinación.
Otras causas pueden ser hidrocefalia, seudotumor cerebral, hematoma subdural crónico, absceso cerebral, malformaciones vasculares o intoxicación por plomo. Siempre tienen indicación de neuroimágenes.
Cefalea crónica no progresiva
Corresponde a un grupo de cefalea y migraña asociadas habitualmente con causas emocionales y que no tienen un sustrato orgánico, por lo que también se consideran cefaleas funcionales. Debe considerarse la cefalea tensional y la de causa psicológica.
La cefalea tensional se caracteriza por ser más frecuente en adolescentes, con dolor descripto de forma compresiva “como una vincha” no pulsátil, bilateral, de intensidad leve a moderada, sin aura, generalmente dentro de un contexto familiar de stress y ansiedad. En estos pacientes el examen neurológico siempre es normal.
Cefalea recurrente
Son cefaleas que ocurren en forma periódica. Los episodios de dolor se separan por períodos libres. La migraña es la forma más frecuente de cefalea aguda recurrente. Su prevalencia aumenta desde la edad preescolar hacia la adolescencia. Si bien es un trastorno que puede durar toda la vida, en 40 % de los casos suele remitir, lo que es más frecuente en varones que en mujeres. En cefaleas recurrentes y también en las formas agudas, especialmente si son desencadenadas por flexión del cuello se debe valorar como posibilidad diagnóstica la enfermedad de Chiari tipo 1 o tipo 2, acompañada de descenso de las amígdalas cerebelosas.
Tipos de Migrañas
La migraña se caracteriza por episodios recurrentes de cefalea generalmente unilateral y de carácter pulsátil. En estos pacientes habitualmente son necesarios estudios por imágenes que permiten descartar los distintos diagnósticos diferenciales.
La migraña se clasifica en: común (sin aura), clásica (con aura) y complicada (incluye las formas hemipléjica, basilar, oftalmopléjica y confusional)
El diagnóstico se basa en criterios clínicos, siendo necesarios al menos 3 de los siguientes:
Dolor pulsátil
Localización hemicraneal
Síntomas digestivos (náuseas, vómitos)
Dolor que calma con reposo
Presencia de aura
Antecedentes de migraña en familiares de primer grado
Factores de riesgos
Existen desencadenantes de las crisis de cefalea y migraña que deben ser tenidos en cuenta (stress, cansancio físico-intelectual, ayuno, fiebre, traumatismo de cráneo, ciertos alimentos). El aura indica una disfunción transitoria cortical o del tronco cerebral, siempre reversible. Su desarrollo habitualmente es gradual, su duración no excede los 60 minutos y puede presentarse antes, durante o después de la crisis. Los síntomas más característicos del aura son: trastornos visuales (escotoma negativo, déficit del campo visual, fotopsias, distorsiones visuales), parestesias unilaterales, debilidad unilateral, afasia u otro trastorno del habla.
La migraña hemipléjica se caracteriza por la asociación de episodios recurrentes de cefalea y hemiparesia. La cefalea generalmente es contralateral a la hemiparesia.
Esta última puede preceder, acompañar o seguir a la cefalea y migraña , y puede alternar la localización en distintos episodios. Puede asociarse también con otro déficit (visual o afasia).
La migraña basilar es la forma más frecuente de migraña complicada. Los pacientes afectados presentan intensos ataques de mareo, vértigo, trastornos visuales, ataxia y disfunción de los nervios oculomotores. Estos síntomas duran de minutos a una hora, y luego son seguidos por la fase de cefalea, que suele ser occipital.
La migraña oftalmopléjica habitualmente se presenta como oftalmoplejía dolorosa homolateral a la cefalea. Esta última puede ser mínima e incluso no mencionada por el paciente o referida como dolor orbital. Generalmente presenta afectación del nervio motor ocular, siendo los signos más constantes la ptosis palpebral y la limitación en la aducción y en movimientos verticales.
La migraña confusional es más frecuente en adolescentes varones, y se expresa por inquietud, desorientación. Cuando recuperan la conciencia, los pacientes tienen dificultad para comunicarse, están frustrados, confusos, desorientados en tiempo y no recuerdan el período de cefalea. El período de confusión puede durar minutos hasta horas.
Tratamiento
Los resultados de los tratamientos de las cefaleas sintomáticas dependerán casi exclusivamente de la causa subyacente. Si bien la psicoterapia en las cefaleas psicógenas no hace desaparecer rápidamente el síntoma, es la única salida satisfactoria para el futuro emocional del niño. En cuanto al tratamiento de la migraña, en primer lugar debe tranquilizarse al niño y a la familia. De existir, se identificarán los factores desencadenantes de modo de evitarlos. El tratamiento se divide en abortivo de la crisis y preventivo de las mismas. El tratamiento abortivo debe ser lo más precoz.
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