Por ello, deben tener a su alcance sistemas de almacenamiento y la voluntad de recoger los personajes de sus aventuras al terminar de jugar.
Recuerda que hay dos zonas que deberás cuidar especialmente: la de juego y la de estudio. Ambas tendrán que estar despejadas para favorecer la actividad en ellas.
Las ideas prácticas que vamos a darte, te serán útiles para que el niño desarrolle todo su potencial, tanto a la hora de estudiar como a la, no menos importante, hora de jugar.
Ganando espacio
Si quieres que pueda escribir sus primeras letras y garabatear sus primeros dibujos lo más cómodo posible, tendrás que despejarle la mesa. Un buen método para ello, es colgar contenedores (cubos, bolsas, etc.) sobre ella, así podrá colocar en ellos lápices, pinturas o algún muñeco que tenga en la mesa antes de empezar a usarla.Cada vez se ven más muebles que, además de cumplir su función principal, te sirven de ayuda a la hora de ordenar gracias a que se les ha añadido un fondo para almacenaje. Bajo las sillas, bancos o sofás encontrarás un nuevo espacio ideal para aquellos niños que acumulan más y más juguetes cada día.
Pensando en el futuro
Los habitantes de los dormitorios infantiles no paran de crecer y es mejor que tengamos en cuenta este hecho a la hora de elegir nuestro mobiliario. Los muebles modulares te permiten ir aumentando su capacidad de almacenamiento a medida que los pequeños y sus necesidades lo requieran. Su aspecto, generalmente desenfadado, será idóneo para recrear un ambiente distendido y alegre.Reconvertir muebles cambiando totalmente su uso es una solución que, además de ser económicamente muy apetecible, es toda una muestra originalidad e imaginación. La cuna donde descansaba el niño, puede pasar a ser perfectamente el lugar destinado a los peluches cuando éste la abandone. Así el pequeño podrá seguir disfrutando de uno de sus recuerdos.
Opciones polivalentes
Si en vez del reciclaje lo que te gusta es lo versátil, puedes optar por escoger muebles que sigan siendo útiles través del tiempo. Armarios que tengan baldas amplias servirán al principio para albergar juguetes y más tarde, cuando el niño crezca, pasarán a dar cobijo a libros.Si todavía sigues necesitando espacio puede que aún no hayas pensado en sacarle partido al rincón que tienes bajo la cama. Bajo ella podrás colocar varias cestas que tendrás siempre a mano y en las que encontrarás el emplazamiento perfecto para todos los cacharros del auténtico trasto de tu hogar.
Un lugar para cada cosa
Ya habrás reparado en que los juguetes de tus hijos tienen formas y tamaños extremadamente diversos. Guardar en un mismo lugar el balón de fútbol, los muñecos de acción o ese peluche que es más grande que nuestro pequeño, es todo un reto. Disponer de cestos y baúles te facilitará la vida, ya que tienen dimensiones adaptables.Con todas estas ideas seguro que eres capaz de solucionar cualquier problema de almacenamiento que te pueda surgir. No importa el número de muñecas, guerreros, balones o peluches, siempre lograrás encontrarle sitio a cada uno. Además, así te será más fácil educarle en la difícil tarea de tener ordenado su cuarto.