Uno de los juguetes que más abundan en la infancia son los peluches, estos muñecos suavecitos y tiernos se convierten durante los primeros años de vida de nuestros hijos en fieles compañeros, elementos de confort y seguridad.
Si recordamos nuestra propia infancia seguro que nos encontraremos con nuestro amado amigo peluche a quien teníamos una alta estima y siempre nos acompañaba. Este “fenómeno afectivo” se repite generación tras generación y por ello es importante tener en cuenta qué tipo de peluche vamos a ofrecer a nuestros pequeños, pues existen muchísimos tipos pero siempre habrá uno que sea más indicado.
Podemos considerar el color, la forma y el tejido ya que son algunas de las características más importantes. Tener en cuenta el uso que se le va a dar es importante a la hora de escoger un peluche, la edad del niño y sus preferencias en cuanto a tipos.
Peluches, los primeros amigos de los bebés
Si nuestro hijo es aún un bebé deberemos tener en cuenta que el muñeco de peluche no tenga piezas duras como ojos o botones que puedan ser incómodos al ser manipulados, también escoger colores suaves para contribuir a la relajación y no a la excitación del pequeño.
Una textura tierna y suave, con formas sencillas son los que más gustan a los más pequeños, en cambio, a medida que los niños van creciendo sus muñecos pueden ir tomando formas más complejas con características más definidas.
Por ejemplo, el tamaño puede ir aumentando, de hecho cualquier niño se entusiasma con su primer oso de peluche gigante ya que los peluches grandes cuentan con una gran admiración entre los niños, podemos encontrar en el mercado gran variedad de ellos gracias a la amplia oferta de tiendas online como https://peluchilandia.es/peluches-gigantes/ donde podemos conseguir el mejor amigo de peluche para nuestros hijos.
Los peluches grandes cuentan con el añadido de que el niño se siente frente a un juguete de su mismo tamaño, por lo que el tipo de juego cambia y su relación con el muñeco también, se establecen diálogos y patrones en el que el niño toma como a un igual al muñeco y pasa de ser cuidador a ser compañero, por ello son indicados para ofrecer nuevos estímulos en el tiempo de juego.
Siempre es una experiencia inolvidable recibir un peluche de regalo, como hemos comentado antes, éste acompañará una de las etapas más importante de sus vidas.
Aprendiendo a jugar, aprendiendo a convivir
También es importante el vínculo que crean con sus juguetes, ya que son las primeras pruebas de responsabilidad y cuidado. El juego es imprescindible para el desarrollo y el aprendizaje, se definen aspectos muy importantes para la vida, por lo que el tipo de juguetes con los que juegan nuestros hijos son determinantes en su crecimiento.
Los niños se toman el acto de jugar con una seriedad total, para ellos es lo más importante, es como descubren el mundo y a sí mismos, por lo que es muy recomendable prestar atención e interesarnos por cuáles son sus preferencias, para así poder ofrecerles opciones que verdaderamente les favorezcan.
Es muy acertado ofrecer a los más pequeños juguetes que desarrollen su curiosidad y creatividad, ya que a partir de estos primeros estímulos van a conocer el mundo. De manera que desde su primer peluche hasta su primera bicicleta de montaña es importante escoger teniendo presente que estamos ofreciéndoles elementos con los que van a crecer y convivir, que les van a aportar momentos de aprendizaje y de felicidad, acompañándolos en sus aventuras y en momentos en los que necesiten sentir el confort y la compañía de aquello que les es familiar y reconocido.