En el post de hoy trataré de dar respuesta a esta cuestión, diferenciando claramente el rol que desempeña cada uno para que podamos comprender que se trata de dos profesionales totalmente diferentes aunque igualmente necesarios. Porque sí, ambos contribuyen al bienestar de la infancia y la adolescencia, pero desde perspectivas distintas y complementarias.
¿Qué hace un psicólogo infantil?
El psicólogo infantil es un profesional de la salud mental que se encarga de evaluar, diagnosticar y tratar los aspectos emocionales, conductuales y del desarrollo de los niños y adolescentes. Su formación en psicología le permite comprender el funcionamiento del cerebro infantil, los procesos emocionales, los trastornos del comportamiento, las dificultades en la relación con los padres u otros niños, y los efectos de situaciones traumáticas.Algunas de sus funciones son:
Evaluar el desarrollo emocional, cognitivo y social del niño.
Acompañar en situaciones de duelo, separación o conflictos familiares.
Tratar dificultades como ansiedad, depresión, fobias, trastornos del sueño, etc.
Ofrecer orientación a las familias en temas de crianza y límites.
Además, el psicólogo infantil puede desempeñar un papel crucial en el entorno escolar, colaborando con docentes y otros profesionales para crear ambientes educativos que favorezcan el desarrollo integral de los estudiantes. Su presencia en los colegios es cada vez más relevante, ya que ayuda a identificar y abordar problemas que pueden afectar el rendimiento académico y el bienestar general de los alumnos.
Si estás buscando un psicólogo infantil en Aranjuez no dudes en contactar con ellos. Encontrarás un equipo especializado en las principales dificultades que afectan al bienestar de los niños y que, como madres y padres, tanto nos preocupa.
Cómo saber si tu hijo necesita un psicólogo infantil:
Como padres, es natural preocuparse por el bienestar de nuestros hijos y preguntarnos si ciertas conductas o emociones indican la necesidad de acudir a un profesional. A continuación, se presentan algunas señales que podrían sugerir la conveniencia de consultar a un psicólogo infantil:Cambios significativos en el comportamiento: Si tu hijo muestra irritabilidad, tristeza, ansiedad o se aísla sin una causa aparente, podría ser indicativo de un problema emocional que requiera atención.
Problemas en el desarrollo del lenguaje o control de esfínteres: Retrasos en el habla, dificultades para comunicarse o problemas persistentes en el control de esfínteres más allá de la edad esperada pueden ser motivo para buscar ayuda profesional.
Dificultades en el rendimiento escolar: Si observas una disminución en las calificaciones, falta de concentración o problemas para completar tareas, es recomendable evaluar si hay factores emocionales o de aprendizaje involucrados.
Problemas de conducta: Comportamientos como agresividad excesiva, desobediencia constante o conductas desafiantes pueden ser señales de trastornos como el déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o trastornos oposicionistas desafiantes.
Dificultades en las relaciones sociales: Si tu hijo tiene problemas para hacer amigos, mantener relaciones o muestra conductas de aislamiento, podría beneficiarse de la intervención de un especialista.
Experiencias traumáticas: Situaciones como la pérdida de un ser querido, divorcio de los padres, mudanzas o cualquier evento estresante pueden afectar emocionalmente al niño, siendo aconsejable buscar apoyo psicológico.
Cambios en hábitos alimenticios o de sueño: Alteraciones significativas en la alimentación o el sueño, como pérdida de apetito, insomnio o pesadillas recurrentes, pueden ser indicativos de problemas emocionales subyacentes.
Comportamientos autolesivos: Cualquier indicio de autolesiones o expresiones de querer hacerse daño requieren atención inmediata de un profesional de la salud mental.
Es importante recordar que cada niño es único y puede atravesar fases o situaciones que no necesariamente indican un problema grave. Sin embargo, si estas señales persisten en el tiempo o afectan significativamente su vida diaria, es recomendable buscar la orientación de un psicólogo infantil para una evaluación adecuada.
¿Y qué hace un psicopedagogo?
Sus funciones incluyen:
Evaluar dificultades de aprendizaje como dislexia, discalculia o TDAH.
Diseñar planes de intervención educativa personalizados.
Colaborar con profesores y familias para adaptar el entorno escolar a las necesidades del niño.
Trabajar en la prevención del fracaso escolar.
La psicopedagogía es una disciplina que estudia a las personas y sus comportamientos en situaciones de enseñanza-aprendizaje. Combina conocimientos de psicología y pedagogía para abordar problemas educativos y mejorar los procesos de aprendizaje
Psicólogo infantil y psicopedagogo, dos figuras complementarias
Aunque tanto el psicólogo infantil como el psicopedagogo trabajan en pro del bienestar y desarrollo de los niños y adolescentes, sus enfoques son distintos pero complementarios. Mientras el psicólogo se centra en aspectos emocionales y conductuales, el psicopedagogo lo hace en el ámbito educativo y del aprendizaje. Es común que ambos profesionales colaboren para ofrecer una atención integral al menor, especialmente cuando las dificultades emocionales afectan al rendimiento académico, o viceversa.Por ejemplo, si un niño presenta problemas de conducta en el aula, el psicólogo infantil evaluará posibles causas emocionales o familiares, mientras que el psicopedagogo analizará si existen barreras en el aprendizaje que puedan estar influyendo en su comportamiento. Esta colaboración multidisciplinar es esencial para abordar de manera efectiva las necesidades del niño.
En conclusión, tanto el psicólogo infantil como el psicopedagogo desempeñan roles fundamentales en el desarrollo pleno de los niños y adolescentes. Comprender sus diferencias y ámbitos de actuación nos permite valorar la importancia de cada uno y reconocer cuándo es necesario acudir a uno u otro profesional.
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