Es una de las situaciones que más vergüenza y malestar que nos genera a los adultos. Un niño que sin venir a cuento comienza a gritar, pegar o romper cosas solamente para que se le haga caso.
A priori puede parecer que se está portando mal a propósito, tan solo con el fin de molestar, pero ¿se esconde algo más detrás de esa conducta?¿cómo podemos evitar este comportamiento de una manera firme y amable al mismo tiempo?
Si te interesa conocer los motivos de los niños que buscan llamar la atención constantemente y saber qué estrategias se pueden emplear para evitarlo…¡Sigue leyendo!
¿Por qué quiere llamar mi atención?
El comportamiento de los niños suele parecerse a un iceberg: tan solo vemos la cima, aunque debajo hay mucho más.
Si nos enfocamos únicamente en modificar el comportamiento que vemos (la punta del iceberg) sin preguntarnos los motivos de esa conducta no vamos a solucionar el problema de raíz y nos vamos a frustrar.
No podemos pasar por alto que un mal comportamiento es una elección equivocada por parte del niño. Cuando el niño tiene un problema, si no tiene herramientas o experiencia suficiente para solucionarlo, puede tomar la decisión equivocada de portarse mal para intentar solventarlo.
Si nuestro hijo demanda constantemente nuestra atención, antes de intentar solucionarlo con castigos o regañinas, deberíamos hacernos algunas preguntas:
¿estoy compartiendo con él tiempo de calidad?
¿le estoy dando autonomía e independencia suficiente?
¿estoy fomentando su sentimiento de pertenencia?
¿tiene la suficiente confianza como para contarme sus problemas?
¿tiene celos de algún hermano?
¿hemos sido capaces de poner unas normas y límites claros?
¿hay algún factor externo que le altere (divorcio, acoso escolar, enfermedad)?
Únicamente abordando la raíz del problema podremos ponerle solución.
Tipos de comportamiento para llamar la atención
Cuando un niño quiere llamar nuestra atención puede hacerlo de muchas maneras distintas, en función de su carácter y su entorno.
Algunos de los comportamientos más frecuentes para conseguir que les hagamos caso son:
Fingir estar enfermos
Sobreactuar y dramatizar por cosas sin importancia
Gritar, romper cosas
Agredir a otros niños o autoinfligirse algún daño
Actuar como líder en cualquier situación
Enfrentar a los padres entre sí
Adoptar el papel de víctima
Hay que dejar claro que cuando un niño actúa para reclamar tu atención le da igual qué tipo de atención recibe. Es decir, el niño busca que el adulto le preste atención, tanto si es mediante un abrazo o con un grito o castigo.
Imagen de Hai Nguyen Tien en Pixabay
¿Cómo actuar ante un niño que se porta mal para llamar la atención?
Cuando nos enfrentamos a alguna de estas situaciones es importante no perder la calma ni sentirnos avergonzados si estamos en un lugar público. Los gritos, amenazas o castigos no van a tener efecto y solo van a conseguir empeorarlo todo. Entonces ¿qué hacemos?
Vamos a poner el enfoque no tanto en corregir la conducta cuando sucede, si no en qué podemos hacer para prevenir estas situaciones.
Reforzar su autoestima
La autoestima de las personas se forja en su infancia y nosotros, como padres, jugamos un papel muy importante en su desarrollo.
Un niño con una autoestima fuerte y seguro de sí mismo no va a desarrollar conductas negativas para llamar nuestra atención, de modo que una buena estrategia es trabajar en su autonomía e independencia.
Asignar tareas a los niños y permitir que las hagan sin nuestra intervención, validar sus sentimientos, mostrarles todas sus cualidades buenas y demostrarles lo importantes que son para nosotros , son algunas de las herramientas que tenemos a nuestro alcance para aumentar su autoestima.
Mostrar empatía
Estamos acostumbrados a pedir a los niños que se comporten como adultos y eso es, sencillamente, imposible.
Cuando un niño se porta mal, en este caso para llamar nuestra atención, está pasando un mal momento, no es agradable para ellos tampoco. Así que intentar ver el mundo desde su perspectiva, comprendiendo sus sentimientos y entendiendo sus limitaciones va a facilitarnos la comunicación con el niño y poder solucionar la conducta.
Imagen de Luidmila Kot en Pixabay
Enseñar a diferenciar una emergencia
Los niños, especialmente los más pequeños, tienen problemas para distinguir lo que es importante de lo urgente. Para ellos todo tiene una dimensión enorme y buscan soluciones inmediatas.
Una buena herramienta es enseñarles a diferenciar las cosas que son urgentes de las que no.
Podemos, por ejemplo, idear un juego en el que les pongamos diferentes situaciones y ellos las tengan que clasificar. Por un lado tendríamos aquellas situaciones urgentes y que requieren nuestra atención inmediata (humo en casa, una herida, un timbre sonando) de aquellas que pueden esperar (algo que está saliendo por la televisión, una riña entre hermanos, un dibujo recién hecho).
De este modo, pueden además aprender y practicar conceptos como la paciencia o tener que esperar.
Dedicarle tiempo de calidad
En muchas ocasiones los niños demandan nuestra atención porque les dedicamos poco tiempo. Y no me refiero a pasar horas del día juntos mientras hacemos otras tareas, si no a dedicarles nuestros cinco sentidos durante un rato cada día.
Escucharles activamente, interesarnos por sus progresos y gustos o idear planes con ellos harán que sientan que son importantes para nosotros y no tengan la necesidad de llamar nuestra atención.
Hacerles caso cuando se están portando bien
Como hemos visto anteriormente, un niño puede buscar atención tanto negativa como positiva, le da lo mismo. Lo único que está buscando en ese momento es ser el foco de atención de los adultos.
En muchas ocasiones prestamos atención a los niños cuando están haciendo alguna trastada pero no cuando están tranquilos y portándose bien, de manera que les mandamos el mensaje equivocado: solo me fijo en ti cuando te portas mal.
De modo que, cuando un niño esté tranquilo, jugando calmadamente o portándose bien se lo tenemos que hacer saber, que comprenda que portándose bien va a tener nuestra atención de una manera más sencilla.
Foto de Gustavo Fring en Pexels
Lo que no se debe hacer
Como ante cualquier conducta negativa de los niños, hay una serie de reacciones que debemos evitar puesto que no son respetuosas para el menor y porque no tienen efectividad a largo plazo.
Gritar, humillar, insultar, amenazar… son todas ellas reacciones que solo van a tener un efecto negativo en nuestros hijos y que se deberían evitar a toda costa, por muy estresados o nerviosos que estemos en un momento determinado.
Igualmente, comparar a nuestro hijo con otro, burlarnos o etiquetarlo solo conseguirá generar un resentimiento en el niño y minar su autoestima.
Por último, también debemos evitar actitudes sobreprotectoras con los niños, puesto que cuanto más independiente y autónomo se sientan, menos demanda de atención constante tendrán.
Por muy molesta que sea la conducta de nuestros hijos en algunos momentos, debemos recordar que nosotros somos los adultos y debemos comportarnos como tal.
Mantener la calma, empatizar con sus sentimientos e intentar llegar al origen de su conducta será la clave del éxito para poder solucionar estos problemas.
¿Cómo actúas en estos casos? ¿Crees que pueden ser útiles estos consejos? Te leo en comentarios.
¡Gracias por leerme!
Publicado inicialmente el10 julio, 2020 @ 8:47 am