Ver a los niños morder es algo bastante habitual, ya que es una conducta que forma parte del desarrollo del niño entre el año y los tres años de edad, Los niños muerden por distintas razones pero esta conducta aunque no predice actitudes agresivas sí es molesta e incluso dañina.
Los niños muerden por distintas razones, algunos muerden de manera experimental, una forma de aprender y acercarse al mundo que los rodea. Es su necesidad de experimentar, sobretodo durante su primer año de vida. Otros muerden por haber experimentado una frustración y necesitan llamar la atención de alguna manera, quieren ser el centro y reclamar nuestra atención o de la gente que esté a su cuidado. Incluso hay niños que sienten que tienen el control cuando muerden.
Los niños muerden por distintas razones, sea cual fuere , hay que evitar que esta conducta se alargue en el tiempo. Para ello hay que explicarle que no está bien morder, enseñarles a expresarse verbalmente, aquello que no les gusta, el por qué se han enfadado, y que aprendan a no recurrir a conductas agresivas.
Lo que nunca se debe hacer es responder al niño con las mismas conductas agresivas, es decir, morderle para que sepa que esto duele y no se debe hacer, porque entonces le estaríamos comunicando que la agresividad es una forma de expresar las emociones. Enseñar unas pautas de comportamiento y poner límites cuando sea necesario evitará que el niño repita los mordiscos.
Imagen: OakleyOriginals / flickr
¿vuestros hijos pasado por esta fase?